Conozco a los Míos y ellos me conocen a Mí

Mi querida y amada hija, nunca debes olvidar la enormidad de esta misión.

Muchas veces caerás en trampas tendidas por el engañador para hacerte tropezar.

Despiadado, él y todos aquellos que se dejan llevar fácilmente por él harán todo lo posible para desacreditar Mi Palabra dada a ti.

Debes levantarte e ignorar tales burlas.

Como has renunciado a tu libre albedrío, lo único que importa ahora es tu total obediencia a Mí.

Permíteme, en Mi Divina Sabiduría, trazar ante ti Mi camino perfecto hacia el Paraíso en la Tierra.

Mis seguidores también deben prestar atención a Mi advertencia. Ustedes serán atacados ferozmente, todos y cada uno de ustedes, por proclamar Mi Palabra.

Esta es una misión como ninguna otra.

Vosotros, Mi ejército, conduciréis el rebaño de Mi Iglesia Remanente a las puertas del Paraíso.

Esto te causará mucha persecución personal y no será un camino fácil.

Debéis uniros y daros fuerza mutuamente, porque en número encontraréis consuelo los unos en los otros.

En todos los rincones de la tierra se reúne ahora mi ejército.

Todos los videntes que estén comunicados con la Verdad Divina, a través de Mi Madre, encenderán la llama del Espíritu Santo junto con Mis profetas para que el ejército remanente esté adecuadamente preparado para la batalla que se avecina.

Nunca dudes de Mi Amor. Recuerda que sólo aquellos que Me siguen pueden entrar en el Nuevo Paraíso.

Cuando aquellos que vienen a ti y te atormentan, recuerda que tu deber es perdonarlos y luego rezar por sus almas.

Muestra amor a aquellos que te atormentan en Mi Nombre. Así vencerás a Satanás y él perderá su poder sobre ti.

Te instruiré en cada paso de tu viaje.

Camino siempre contigo.

Conozco a los Míos y ellos Me conocen a Mí.

Tu Jesús