lunes, 7 febrero 2011 22:00
St. Teresa of Avila St. MalachySt. AugustineSt. Benedictsaint Faustinesaint John Paul IIinforming about the Messagesabout this Missioncommitement to JesusHija Mía, te has extraviado un poco y ahora pides fortaleza para darte confianza y valor para llevar a cabo Mis instrucciones. Esto es bueno. Dame tu tiempo como Mi Amada Madre lo pidió porque sus almas deben permanecer puras cuando comunican Mi Palabra.
Te debo pedir ahora que empieces a planear la publicación de Mi precioso GRAN AVISO, un don para cada persona única en el mundo. Se les deben dar detalles de esto al final de febrero a través de Internet y por todo el mundo. Apresúrate hija, haz lo que tengas que hacer para que a tantas personas como sea posible les sea dada una oportunidad de oír esto. Ofrece este tiempo Mi amada hija, porque esto es urgente ahora. Esta petición no tiene la intención de asustarte. Es para enfatizar la urgencia para que tantas personas como sea posible en el mundo, estén preparadas. Entonces podrán buscar reconciliación, cuando sus pecados les sean revelados ante sus ojos.
Al prepararse, ellos se beneficiarán grandemente. Es por esta pieza de la escritura que ellos sobrevivirán al GRAN AVISO. Entonces serán puros y con las bendiciones que recibirán, así estarán listos para encarar las pruebas que seguirán.
Abraza este don, hija Mía. No te sientas asustada o desilusionada. Este es un regalo para la humanidad. Tu aceptación de este llamado significa que has sufrido pero no en la manera que esperabas. Tu sufrimiento vino por la tentación. Tus dudas te han detenido para aceptar la paz y alegría en tu alma, que son tuyas si me hubieras permitido la libertad de tomarte y guiarte. Ahora hija Mía, es tiempo de entregarme todo a Mí. Ofréceme tu libre albedrío como un regalo y te daré el mayor regalo de todos, paz, alegría y un tremendo amor por Mí en toda parte de tu ser. Ven ahora hija Mía, se Mía, finalmente entra en unión Conmigo. Dame todo tu amor, sufrimiento, preocupaciones e inquietudes. Sólo libéralas ahora. Entonces y sólo entonces, serás realmente libre y ligera de corazón.
Este trabajo requerirá fortaleza hija Mía, tú no eres lo que llamas un visionario. Te estoy dando el don de la profecía. ¿Por qué? Porque tú, mi preciosa profetisa, serás crucial en la difusión de las buenas noticias al mundo entero sobre Mi Segunda Venida, cuando regrese a la tierra.
Me doy cuenta de que estas noticias pueden llegar como un choque, pero has venido preparándote para este papel por muy, muy largo tiempo, sólo que no lo sabías. Para ayudarte con esta tarea, he asignado un número de santos para ayudarte. Están incluidos San Benito, San Agustín, San Juan Pablo II, Santa Faustina, San Malaquías y Santa Teresa de Ávila. Revelaré otros con el tiempo. Todos están trabajando ahora para apoyar tu tarea que es una de las más importantes jamás dada a la humanidad en este tiempo crucial de la historia.
No temas hija Mía. Eres más que capaz para esta tarea. ¿Por qué crees que solicito tal disciplina de ti? Todavía tienes mucho camino que recorrer en tu desarrollo espiritual, pero eso vendrá con el tiempo. Continuaré comunicándome privadamente contigo mientras el primer volumen sale al público. Te amo hija Mía y sé que Me amas. Sé que puede ser muy difícil para ti con todas tus presiones, pero perseverarás, vuélvete fuerte, más fuerte. Tu energía y paso rápido de tu mente asegurarán que estas importantes series de mensajes se transmitan a todos Mis hijos en todas partes, en todos los países.
Esto es todo por ahora. Gracias por tomarte el tiempo para meditar y responderme esta tarde.
Vuestro Amante Salvador, Jesucristo