Publicar mis mensajes en todo el mundo

Hija Mía, te desviaste un poco y ahora pides la fuerza que te dé la confianza y el valor para llevar a cabo Mis instrucciones. Esto es bueno. Dame tu tiempo como Mi amada Madre pidió porque tu alma debe permanecer pura al comunicar Mi Palabra.

Ahora debo pedirles que comiencen a planear la liberación de Mi preciosa Advertencia, un Regalo para cada persona en el mundo. Deben recibir detalles de esto a finales de febrero, a través de Internet y en todo el mundo. Date prisa, hija, haz lo que haya que hacer para que el mayor número posible de personas tenga la oportunidad de escucharlo. Dale tiempo a esto, Mi amada hija, porque ahora es urgente. Esta petición no es para asustarte. Es para enfatizar la urgencia, para que tanta gente como sea posible en el mundo esté preparada. Entonces podrán buscar la reconciliación cuando sus pecados sean revelados ante sus ojos.

Al prepararse, se beneficiarán grandemente. Es debido a este pedazo de Escritura que ellos sobrevivirán La Advertencia. Entonces serán puros y con las bendiciones que recibirán, entonces estarán listos para enfrentar las pruebas que seguirán.

Abraza este Don, hija Mía. No te sientas asustada o desilusionada. Este es un Regalo para la humanidad. Tu aceptación de esta llamada ha significado que has sufrido, pero no de la manera que esperabas. Tu sufrimiento ha sido debido a la tentación. Tus dudas te han impedido aceptar la paz y la alegría en tu alma, que es tuya si Me permites la libertad de llevarte y guiarte. Es tiempo ahora, hija Mía, de entregarme todo a Mí. Ofréceme tu libre albedrío como un Regalo y Yo te daré el mayor y más preciado Regalo de todos. Paz, alegría y un tremendo amor por Mí, en cada parte de tu ser. Ven ahora, hija Mía. Sé Mía. Únete finalmente a Mí. Entrégame todo tu amor, sufrimiento, preocupaciones e inquietudes. Libéralos ahora. Entonces, y sólo entonces, serás verdaderamente libre y ligera de corazón.

Este Trabajo requerirá fuerza, hija Mía. Tú no eres sólo lo que tú llamas una visionaria. Te estoy dando el don de la profecía. ¿Por qué? Porque tú, Mi preciosa profeta, serás instrumental en la difusión de la Buena Nueva a todo el mundo sobre Mi Segunda Venida, cuando Yo regrese a la Tierra.

Me doy cuenta de que esta noticia puede resultar chocante, pero has estado preparándote para este papel durante mucho, mucho tiempo, sólo que no lo sabías. Para ayudarte en esta tarea, te he asignado una serie de santos. Entre ellos están San Benito, San Agustín, el Papa Juan Pablo II, Santa Faustina, San Malaquías y Santa Teresa de Ávila. A su debido tiempo os revelaré a otros. Todos están trabajando ahora para apoyar vuestra tarea, que es una de las más importantes que se han encomendado a la humanidad en este momento crucial de la historia.

No temas, hija mía. Eres más que capaz de esta tarea. ¿Por qué crees que te exijo tanta disciplina? Todavía te queda camino por recorrer en tu desarrollo espiritual, pero eso llegará con el tiempo. Seguiré comunicándome contigo en privado mientras se publica el Primer Volumen. Te amo, hija Mía. Sé que Me amas. Sé que puede ser muy difícil para ti con todas tus presiones. Pero, perseverarás, te harás más y más fuerte. Tu energía y rapidez mental asegurarán que esta importante serie de Mensajes salga a todos Mis hijos en todas partes. A todos los países.

Eso es todo por ahora. Gracias por tomarse el tiempo para meditar y responderme esta noche.

Tu amoroso Salvador
Jesucristo