Dios Padre: Lucharé en la Batalla de Armagedón con la Jerarquía en los Cielos...

Mi dulce hija confía en que Yo, tu Padre Celestial, haré todo lo que esté en Mi poder para salvar a todos Mis hijos en la tierra.

Aunque debo respetar el don del libre albedrío, otorgado por Mí como uno de los mayores regalos para asegurar que la humanidad Me amara por su propia voluntad, y no por la fuerza, haré maravillas y crearé milagros para traer a Mis hijos a casa Conmigo.

Aunque soy un Dios de Justicia, nunca podría condonar o aceptar el mal, pero perdonaré a todos aquellos que vuelvan a Mi Hijo y busquen la redención cuando conozcan el contenido del Libro de la Verdad.

Lucharé en la Batalla de Armagedón con la Jerarquía en los Cielos y, lo prometo, derrotaré al enemigo y a los demonios engendrados por la mano de Lucifer.

Se acerca el momento de que Satanás sea desterrado durante 1.000 años y ¡ay del hombre que no renuncie a él o a su maldad!

A todos se les mostrará la verdad de Mi Amor Divino y Mi deseo de que Mi espléndido Reino, Mi Paraíso, sea compartido con todos.

Se hará todo lo posible, a través de Mis profetas, para atraerlos a los brazos de Mi Hijo.

No Me abandonéis, hijos Míos, vuestro Padre Amoroso.

Ven a escuchar Mi Llamada.

No rechaces tu herencia.

Ahora te enfrentas a la mayor crisis desde la creación de la raza humana, pues ha llegado el momento de que tomes la decisión final.

Sed conscientes de que cada mentira, cada tentación de buscar consuelo en los brazos de Satanás y sus demonios, se hará para robar vuestras almas.

Sólo aquellos que dedican tiempo a proteger su Fe, a través de la oración y los sacramentos, serán lo suficientemente fuertes para resistir su poder.

Recuerden que Satanás no puede ganar porque no tiene el poder. Ahora atacará a todos, incluso a las almas santas, para que Me rechacen a Mí y a Mi Hijo Amado.

Por el contrario, te absorberá hacia un abismo de oscuridad y confusión y quedarás atrapado en una intrincada red de engaños de la que serás incapaz de desenredarte.

Escúchenme ahora. La batalla final ha comenzado. No cometas el error de rechazar esta llamada, hecha desde los Cielos porque significará que estarás perdido para la eternidad.

Oh, si fueras testigo de la tragedia de las almas, que rechazarán la Copa de la Salvación.

Caerán indefensos junto con Satanás en las profundidades del Infierno, de donde no hay retorno.

Debo, como tu Padre, señalarte los peligros a los que te enfrentas.

¿Por qué no quieres escuchar?

Si creéis en Mí, sabed que Yo enviaría a Mis profetas para advertiros.

¿No lo había hecho antes? ¿Escucharon? No, muchos no lo hicieron y entonces la profecía evolucionó ante sus ojos incrédulos.

Esta vez vengo a anunciar que el tiempo para que Mi Hijo, el Verdadero Mesías, venga de nuevo está cerca.

Satanás lo sabe. Su odio hacia Mí es tan poderoso que hará todo lo posible para arrebatarme a Mis hijos.

Yo soy tu Dios, el principio y el fin.

Yo creé el mundo en el principio y será por Mi mano que el mundo, tal como lo conoces, llegará a su fin.

Pero a Mis amados hijos que renuncian a Satanás les espera el nuevo mundo, el Nuevo Paraíso en la tierra, en toda su gloria.

No le des la espalda.

No permita que un razonamiento humano defectuoso le impida a usted y a sus seres queridos entrar en este espléndido Paraíso donde nada les faltará.

Elige Mi Paraíso de amor, alegría y belleza, un lugar especial donde vivirás en perfecta armonía, en mente, cuerpo y espíritu.

Sin corrupción. Sin pecado. Sólo amor donde vivirás en unión con Mi Divina Voluntad.

Tu amoroso Padre Celestial

Dios Altísimo