Igual que me rechazaron la primera vez, me rechazarán la segunda.

Mi amada hija muy pocos de Mi pueblo elegido, los judíos, Me aceptaron como el verdadero Mesías cuando vine al mundo y morí por los pecados de la humanidad.

Esta vez muy pocos cristianos se darán cuenta de que soy yo quien les habla ahora, antes de que venga por segunda vez.

Creerán las mentiras que brotan de los labios de los mentirosos, los falsos profetas a los que amarán, mientras que Me rechazarán con un odio que está reñido con su amor a Dios.

Igual que me rechazaron la primera vez, me rechazarán la segunda.

No debes sentirte triste por la forma en que Me burlan, patean, golpean y ridiculizan Mis mensajes. Pues tal odio contra Mi Santa Palabra sólo puede venir de Satanás. Si la furia de Satanás se vuelve intensa como ahora, entonces puedes estar segura de que se preocupa por las almas que pretendo salvar de sus garras.

Tápate los oídos. Mira al frente y concéntrate sólo en Mí.

Todo tipo de ataque será lanzado contra vosotros, Mis seguidores, para que dejéis de seguirme.

Todo argumento en contra de Mi Palabra por parte de aquellos que se jactan de su pericia en asuntos Espirituales Santos debe ser desechado.

No tienen el Espíritu Santo en sus almas porque no son dignos debido al pecado de orgullo.

Así como sufrí la flagelación en la columna, así también sufriré de nuevo mientras Mi Santa Palabra ahora es destrozada con odio por aquellos que quieren asegurarse de que Mi Palabra sea rechazada.

Yo les digo a esas almas ahora. Si no aceptan Mi Mano de Misericordia para salvar a la humanidad ¿por qué guardan tanto odio en sus corazones?

¿No sabes que estás siendo tentado por el maligno que quiere cegarte a la Verdad?

El odio, la calumnia y la injuria no vienen de Mí. Cuando permites que esos viles pecados te dominen, no Me amas.

Volverás a Mí cuando te presentes ante Mí durante La Advertencia si tienes la humildad necesaria para pedirme que te perdone.

Si no callas ahora sufrirás y tu remordimiento te dejará débil y tembloroso ante Mí.

Cómo me hieres.

Cómo me haces sufrir.

Me azotas igual que fui azotado la primera vez. Sin embargo, dices que eres un Santo Discípulo Mío.

Eres causa de gran dolor para Mí.

A mis seguidores les digo que ignoren estas burlas.

No abráis la boca ni os relacionéis con aquellos que muestran ira, odio y que afirman, al mismo tiempo, amarme.

Cómo podéis amarme si no mostráis amor ni paciencia los unos con los otros.

Sois hipócritas si azotáis a otro en Mi Nombre.

Ahora ha llegado el momento del segundo rechazo, que no difiere de la primera vez.

El ridículo significará que esos autoproclamados Santos discípulos se burlarán de Mis profetas tratando de ponerles la zancadilla cuestionando su conocimiento de las Escrituras.

Mis profetas no entienden las escrituras y no defenderán Mi palabra.

Sin embargo, estos llamados Santos discípulos, al igual que durante la Coronación de Espinas sobre Mi Cabeza, tratarán de hacer que Mis profetas parezcan estúpidos e indignos.

Entonces harán todo lo posible por nombrarlos y avergonzarlos mientras profesan, al mismo tiempo, lo conocedores que son de Mis Enseñanzas.

El acoso continuará hasta que se alivie después de La Advertencia, cuando estas almas se den cuenta del error que han cometido.

Llorarán y sufrirán por ello, pero los perdonaré porque los amo.

Pero entonces muchos no se arrepentirán. Infligirán terrible sufrimiento y persecución a Mis profetas de los últimos tiempos. Ni por un momento se darán por vencidos.

Todo daño, insulto y asalto les será lanzado en Mi Nombre, Jesucristo, Hijo del Hombre.

Ellos Me negarán, a través de Mi Santa Palabra dada a ellos hoy, hasta el final.

Entonces se les dará una vez más la oportunidad de aceptar el Libro de la Verdad. Me aceptarán o Me rechazarán.

Entonces reuniré a todas las almas humildes que Me aman y se fundirán el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra.

Aquellos que aún Me rechazan serán arrojados al Fuego del Infierno.

Vengo por última vez a salvarte.

Abrid vuestros corazones y ved que soy Yo, Jesús, quien os llama ahora.

Si no pueden ver esto, entonces necesitan mucha oración para permitir que el Espíritu Santo entre verdaderamente en sus almas.

Recuerda que los que han sido bendecidos con el Espíritu Santo no insultan a los demás, no cometen calumnias ni difunden odio contra los hijos de Dios.

No quieren controlar a los hijos de Dios.

No incumplen los Diez Mandamientos.

Tu Jesús