Dios Padre: No temáis mi mano, sino la mano de vuestros enemigos.

Hablo contigo hoy Mi queridísima hija para traer consuelo a aquellos que temen por el futuro.

El futuro, queridos hijos, está en Mis Santas Manos.

Ha llegado el momento de que el nuevo Reino, el Reino sobre el que reinará Mi Hijo Amado, se haga realidad.

Esta es la etapa final en la que la tierra está siendo preparada para dar a luz a las multitudes que aman a Mi Hijo y, con el tiempo, que Me aman a Mí.

Mucho debe suceder para que se haga Mi Divina Voluntad y se necesita oración, paciencia y coraje.

No temas Mi Mano, sino la mano de aquellos que son tus enemigos.

Mucha maldad está desenfrenada en el mundo y ha llegado el momento de que Yo castigue a aquellas naciones que atormentan a Mis hijos en la tierra.

Al comenzar la batalla, las Casas que me honran a Mí, Dios Padre, serán renovadas.

Pronto se darán cuenta de cómo rechazaron al único Verdadero Mesías que envié a la tierra, en Mi Hijo Jesucristo, para dar al mundo la salvación.

Entonces aquellos que creen en Mi Hijo y en Mí, Dios Altísimo, se levantarán al unísono para preparar el terreno para que la Segunda Venida de Mi Hijo pueda tener lugar.

Sólo cuando la purificación esté completa regresará Mi Hijo.

La purificación de la que hablo es cuando los buenos serán separados de los que son malos. Aquellos que viven sus vidas llenos de las mentiras plantadas en sus almas por Satanás todavía tienen tiempo para arrepentirse.

Yo haré todo lo posible para salvarlos de la bestia, porque no abandono a Mis hijos tan fácilmente.

Yo, a través de las varias Intervenciones Divinas, sancionadas por Mí, trataré de tomarlos en Mis Brazos Misericordiosos para salvarlos.

Confiar y creer en Mí es el camino hacia la Vida Eterna.

Sólo a través de Mi Hijo, el Salvador del Mundo, puedes llegar a Mí, el Padre del Universo.

Porque para venir a Mí, debes ser salvado del Pecado.

Para ser salvados del Pecado debéis redimiros en los Ojos de Mi Hijo.

Así como envié a Mi Hijo la primera vez para concederte la salvación, así también lo envío una vez más para salvarte por última vez antes de que el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra se fusionen para convertirse en uno solo.

Aquellos que se nieguen a aceptar la Gran Misericordia de Mi Hijo, después de esta última Cruzada para llevar a todos Mis Hijos al Paraíso, su legítima herencia, se perderán para siempre.

No puede haber vuelta atrás después de esto.

Nunca olvides quién Soy.

Yo Soy Dios Padre y te he creado.

Te quiero.

Deseo traerlos a todos a casa pero cómo fluyen Mis Lágrimas así.

Esto se debe a que habrá tantos que no podré salvar a menos que se vuelvan y Me pidan ayuda.

Esta llamada de los Cielos ha sido anunciada.

Sólo El Cordero de Dios, Mi Hijo, tiene la autoridad para revelarte los acontecimientos que se avecinan.

Sólo Él puede abrir los Sellos.

Lo hace ahora con la ayuda del Séptimo Ángel, el Séptimo Mensajero.

Abre los ojos y acepta que, por fin, el Libro de la Verdad profetizado se está abriendo capítulo a capítulo ante tus ojos.

Acéptalo como un Regalo, porque te traerá la vida eterna.

Vuestro amado Padre celestial

Dios Altísimo