El dolor y la persecución que me infligen esas sectas que trabajan en secreto para derrocar a la Santa Sede son graves

Mi querida y amada hija, vengo a rogar a Mis seguidores que alivien Mi sufrimiento.

El dolor y la persecución que me infligen esas sectas que trabajan en secreto para derrocar a la Santa Sede son severos.

Cómo me hacen tanto daño.

El engaño y la crueldad, de su complot contra Mí, es difícil de soportar.

Tiemblo cuando veo el odio absoluto que guardan en sus corazones hacia Mí.

Satanás les ha robado sus almas, sus mentes, sus espíritus y sus cuerpos. Siguen siendo hijos de Dios, pero no quieren tener nada que ver con Mi Padre.

Sus planes se están llevando a cabo ahora ante vuestros ojos, incluyendo los ojos de Mis siervos sagrados, sin embargo ellos no pueden ver esto. Las formas perversas, en las que se esconden y sin embargo logran controlar Mi Iglesia, rompe Mi Corazón.

Haré lo que sea para que se detengan, pero sus almas son tan negras.

Tu sufrimiento, hija Mía, será utilizado para ayudar a salvar las almas de aquellos que todavía pueden tener una chispa de amor dentro y que responderán a Mi Llamada.

Les insto a rezar por esas almas, que trabajan como un Ejército dedicado, con poco amor a Dios en sus corazones.

Todavía hay una Luz, la Luz Divina de Mi Padre, presente en sus almas. Sólo la oración y el sufrimiento pueden ayudarles.

No derrotarán y no pueden derrotar a Mi Iglesia, porque Yo Soy la Iglesia.

Ustedes, Mis seguidores, son la Iglesia. No pueden luchar contra los que están en la Luz, porque les cegaría.

Con el tiempo se darán cuenta de que sólo disponen de unos segundos para tomar la decisión final.

Reza para que acepten la Mano de Mi Misericordia, en lugar de permitir que sean absorbidos por el lago de fuego por toda la eternidad.

Es por estas almas que profanan Mi Iglesia, que revivo la Flagelación en el Pilar, cada segundo del día.

Nunca descansaré a menos que pueda salvarlos.

Ayudadme. Insto a todos Mis seguidores a orar por tales pecadores.

Tu amado Jesús