Toda la humanidad tendrá libre albedrío hasta que su voluntad se una a la Voluntad Divina del Padre

Mi querida y amada hija, muchas almas no Me reconocen, simplemente porque no quieren.

Saben Quién Soy.

Saben que han sido creados de la nada, por Dios Padre, y sin embargo eligen ignorar a Dios.

Ellos usan Mi Nombre de la manera más casual, muchas, muchas, veces y Mi Nombre está incluido en las maldiciones escupidas por aquellos poseídos por demonios.

Sólo cuando la gente se ve afligida por una tragedia se detiene a pensar en la muerte y en la vida futura que cree que le puede aguardar.

Por eso a veces castigo a esas almas, por Mi Misericordia, para hacerlas entrar en razón y poder salvarlas.

A través del sufrimiento, todas esas atracciones materiales, buscadas por los sentidos, carecerán de sentido y serán vistas como lo que son: novedades fugaces, que se desvanecerán en poco tiempo.

Muchas almas nacen en este mundo enviadas desde el Cielo. Eligen el sufrimiento, incluidos esos niños abortados, como medio para buscar la salvación de los pecadores.

Es difícil para la mente humana comprender el Reino Divino, pues ningún hombre ha sido bendecido con este Don.

Cuando los ángeles caídos se rebelaron contra Mi Padre, Él - Mi Padre - nunca perdió el derecho de Sus hijos a su libre albedrío, porque Él nunca quitará el Don que dio a la humanidad.

Toda la humanidad tendrá libre albedrío, hasta que su voluntad se una a la Voluntad Divina del Padre.

Satanás se aprovecha del libre albedrío. Lo que no puede combatir es cuando esas almas elegidas renuncian a su propio libre albedrío y se lo ofrecen a Dios para salvar a los pecadores.

Al hacer este sacrificio, mediante la aceptación del sufrimiento, se debilita la influencia de Satanás.

Entonces los pecadores pueden salvarse aunque no se hayan arrepentido. Este es el milagro que está sufriendo.

Tu amado Jesús