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Madre de la Salvación: Se acerca el momento de aplastar a la serpiente

martes, 10 abril 2012 20:45

Volume 2Corazón Inmaculado de Nuestra Señoraa los cardenalesa los obisposNuestra Señora Corredentoraángelesserpiente antigua - diablollamada a la oraciónpersecución de esta Misiónpapel del ayunoBibliaa los sacerdotestáctica del anticristono tengas miedoBenedicto XVIluchar contra esta Misiónel Falso ProfetaEl Rosario como protección contra el pecadoNuevo Paraísoal cleroArmageddonel poder de la oracióncisma

Yo soy tu amada Madre, Reina de la Tierra. Soy la Inmaculada Concepción, la Virgen María, Madre de Jesús, que vino en la carne.

Hija mía, se acerca la hora del Triunfo de Mi Inmaculado Corazón.

Se acerca el momento de aplastar a la serpiente, hasta el día en que Satanás y sus demonios sean arrojados al desierto, estallará mucha confusión en la Tierra.

Para los creyentes en mi Hijo, será un tiempo de tormento. Serán arrastrados en dos direcciones diferentes, por la Iglesia Católica.

Una mitad creerá, por obligación, en la necesidad de seguir al falso profeta, el Papa que seguirá al Papa Benedicto XVI.

Él, la bestia, se viste de cordero, pero no es de mi Padre, Dios Altísimo, y engañará a las pobres almas, incluidos sacerdotes, obispos y cardenales.

Muchos le seguirán y creerán que ha sido enviado por Dios para gobernar Su Iglesia en la Tierra.

Tristemente, muchas almas seguirán sus enseñanzas, que serán insultantes para Mi Padre.

Otros, llenos del Espíritu Santo y dotados de las Gracias del discernimiento a causa de sus almas humildes, sabrán al instante, que un impostor se sienta en la Iglesia de Roma.

El nuevo falso Papa ya está tramando, incluso antes de subir al Trono de la Cátedra de Pedro, denunciar las Enseñanzas de mi Hijo. Luego me denunciará a mí, la Santísima Madre de Dios y ridiculizará mi papel de Corredentora.

Hijo mío, tu papel va a ser aún más difícil que antes. Porque muchos de mis hijos están muy confundidos. Los insultos a los que te enfrentas cada día, los tormentos que soportas en nombre de mi Hijo, aumentarán.

Nunca tengas miedo de decirle al mundo la Verdad, hija mía.

Te estás haciendo más fuerte, como resultado del sufrimiento físico y mental que aceptas en nombre de mi Hijo, para salvar almas.

Se hará todo lo posible, especialmente por parte de una división de la Iglesia Católica, para desestimar mis Mensajes entregados a usted.

Tu obediencia y lealtad hacia mí y hacia mi amado Hijo, serán puestas a prueba como nunca antes. Esto puede llevarte a alejarte, pero si esto ocurriera no duraría mucho.

Reza, hija mía, por todos los hijos de Dios, que sin culpa alguna, están siendo arrastrados a la batalla final por las almas.

Todo esto debe suceder porque está contenido en el Libro de mi Padre.

Todos los ángeles del Cielo te protegen, hija mía, en esta Misión un tanto solitaria.

Recuerda siempre lo importante que es la oración.

Rezad, rezad, rezad, porque sin la oración, especialmente el rezo de mi Santo Rosario, Satanás puede apartaros de la Santa Palabra de mi precioso Hijo.

Recuerda también la importancia del ayuno, pues mantiene a raya al engañador.

Sin la oración regular, a mis hijos les resultará difícil permanecer cerca de mi Hijo.

Nunca temáis al futuro, hijos, porque una vez que permanezcáis cerca de mi Hijo seréis protegidos y se os darán las Gracias necesarias para preparar vuestras almas y las de vuestras familias, para la Nueva Era de Paz predicha hace tanto tiempo.

Tu querida Madre

Reina de la Tierra

Madre de la Salvación


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