El momento del cisma en la Iglesia está a punto de llegar y debes prepararte ya

Mi muy querida hija, deseo abrazar a todos Mis discípulos y seguidores en todas partes en Mis Brazos en este momento.

Necesito vuestro consuelo, niños.

Necesito tu consuelo en Mi sufrimiento, mientras lloro lágrimas por Mi Iglesia en la Tierra.

Tan alejados se han vuelto algunos de Mis siervos sagrados, que muchos no creen en Mi Segunda Venida.

Los sacerdotes, obispos y cardenales que sí creen son apartados y obligados a guardar silencio.

Cómo lloro por estos pobres y preciosos discípulos Míos que han empeñado sus vidas en Mí y en la difusión de Mis Enseñanzas a la humanidad.

Pronto tendrán que vigilar lo que dicen sobre Mi Santa Palabra, pues se verán obligados a proclamar las enseñanzas de un mentiroso, cuya alma no proviene de la Luz.

Uníos, hijos Míos, Mis amados sacerdotes y todos aquellos que Me aman, ahora y ayudadme a salvar almas.

Para hacer esto no debes perder ni un momento. Debéis hablar a los demás de la Gran Gloria que os espera a todos y cada uno de vosotros en Mi Segunda Venida.

Este Gran y Glorioso Evento será el momento en el que finalmente os uniréis a Mí, vuestro precioso Jesús, Quien tanto os ama.

Vosotros, Mis amados seguidores, debéis permanecer en guardia en todo momento.

Estarás tentado a abandonarme, a denunciar Mis Verdaderas Enseñanzas y te verás obligado a honrar y obedecer al lobo con piel de cordero.

Tantas pobres almas no sólo caerán bajo el hechizo del falso Papa -el falso profeta, predicho hace tanto tiempo-, sino que les hará creer que tiene poderes divinos.

Niños el tiempo para el cisma en la Iglesia esta casi aqui y deben prepararse ahora.

Unirse como uno solo.

Agárrense los unos a los otros.

Protéjanse unos a otros y recen por los que sigan el camino equivocado y rindan homenaje al falso profeta.

Se necesita mucha oración, pero si hacéis lo que os digo, podréis salvar almas.

Vosotros, Mis preciosos seguidores, formaréis la Iglesia Remanente en la Tierra y seréis dirigidos por aquellos valientes siervos sagrados, que reconocerán al falso profeta por lo que es.

No temáis, pues Yo Estoy concediendo Gracias de sabiduría, calma y discernimiento a cada uno de vosotros que Me lo pedís con esta oración:

Oh Jesús, ayúdame a ver la Verdad de Tu Santa Palabra, en todo momento, y a permanecer leal a Tus Enseñanzas, por mucho que me vea obligado a rechazarte.

Levántense ahora y sean valientes, todos ustedes, porque nunca los abandonaré.

Recorreré contigo el espinoso camino y te conduciré sano y salvo hasta las Puertas del Nuevo Paraíso.

Todo lo que tienes que hacer es confiar plenamente en Mí.

Tu amado Salvador

Jesucristo