Vendré en las nubes rodeado de todos los ángeles y los santos del Cielo

Mi amada hija, Mis hijos deben saber que la razón por la que el mundo está espiritualmente vacío es porque ya no conocen la diferencia entre el bien y el mal. Si no fuera por Mi Luz, que llena cada alma, incluyendo a los pecadores, el mundo dejaría de existir. Es Mi Luz, la que mantiene al mundo vivo.

Muchos de Mis seguidores, que se consagran a sufrir en unión Conmigo, también ayudan a mantener viva esta Luz.

Justo antes de Mi regreso, Mi Luz desaparecerá en el mundo, por un período de tres días.

Esto ocurrirá al final y no debe confundirse con La Advertencia.

Será durante estos tres días, que habrá llanto y crujir de dientes y la gente se apresurará en busca de Mi Luz, a pesar de que Me rechazaron.

Este será el momento de la Verdad.

Mis seguidores no deben temer estos tres días, pues aunque no seáis conscientes de Mi Presencia, Yo estaré con vosotros.

Entonces, después de los tres días, volveré a la Tierra, exactamente de la misma manera en que ascendí al Cielo.

Vendré en las nubes, rodeado de todos los ángeles y santos del Cielo en Gran Gloria.

Qué hermoso y gozoso será ese Día cuando Yo venga a Reinar sobre la Tierra según la Voluntad de Mi Padre.

Nadie dudará de que soy yo.

Tampoco tendrán dudas sobre su futuro.

Este será el Día en que venga a Juzgar.

Dividiré a Mi pueblo entre los que Me aman y los que Me odian.

Aquellos, que Me rechazaron y rindieron homenaje a todas las cosas malas, serán desterrados en los fuegos eternos del Infierno.

Los demás vendrán y vivirán conmigo, en el Paraíso, junto con los justos resucitados.

Esta es la meta, que toda alma debe esperar, cuando vuelva de nuevo como os prometí.

A los cristianos, les digo esto. Sepan que este Gran y Glorioso Evento tendrá lugar pronto. Vuestra generación será testigo de Mi Glorioso Retorno.

Nunca revelaré el Día, porque sólo Mi Padre lo sabe, pero puedo asegurarles que el tiempo para Mi Segunda Venida está cerca.

A Mis siervos sagrados os digo que es vuestro deber preparar a Mi pueblo, aquellas almas de las que sois responsables, para que sean incluidas en el Libro de los Vivos.

Te ruego que trabajes duro, a través del poder de las comunicaciones y la oración, para preparar al mundo para Mi Segunda Venida.

Tu amoroso Salvador

Jesucristo

Redentor de toda la Humanidad