miércoles, 29 febrero 2012 17:30
Volume 2no adivine los términosimportancia de la oraciónDon de la Infulgencia PlenariaIndulgencia plenariaBibliael Sello de Dios vivootras profecíasConfesiónEspíritu SantoMi querida y amada hija, el tiempo de la Voluntad de Mi Padre no es para tu conocimiento.
Mis seguidores deben ser pacientes, ya que todo en el mundo evolucionará según lo profetizado en el Libro de Mi Padre.
Todo esto será de acuerdo al tiempo de Mi Padre y el efecto que sus oraciones tendrán, en ayudar a evitar guerras globales.
No tardarán en cumplirse todas Mis Promesas.
Vosotros, Mis seguidores, debéis confiar en Mí, vuestro amado Jesús.
Reza por las almas y deja todo en Mis Manos.
Nunca olvidéis rezar a Mi Padre, tan a menudo como podáis, por el Sello del Dios Vivo, para que os proteja a vosotros y a vuestras familias.
Oración de la Cruzada (33) para pedir el Sello del Dios Vivo y aceptarlo con amor, alegría y gratitud.
"Oh Dios mío, mi Padre amoroso, acepto con amor y gratitud, Tu Divino Sello de Protección.
Tu Divinidad abarca mi cuerpo y mi alma por toda la eternidad. Me inclino en humilde acción de gracias y te ofrezco mi profundo amor y lealtad a Ti, mi amado Padre.
Te ruego que me protejas a mí y a mis seres queridos con este Sello especial y te prometo mi vida a Tu servicio por los siglos de los siglos. Te amo, querido Padre. Te consuelo en estos tiempos, querido Padre.
Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, en expiación por los pecados del mundo y por la salvación de todos Tus hijos. Amén".
Asegúrate también de animar a otros a rezar la Oración de la Cruzada de siete días (24) para buscar la redención de tus pecados.
"Oh Jesús mío, Tú eres la Luz de la Tierra. Tú eres la Llama que toca todas las almas. Tu Misericordia y Tu Amor no conocen límites. No somos dignos del Sacrificio que Tú hiciste con Tu muerte en la Cruz. Sin embargo, sabemos que Tu Amor por nosotros es más grande que el amor que sentimos por Ti. Concédenos, Señor, el don de la humildad para que seamos merecedores de Tu Nuevo Reino. Llénanos con el Espíritu Santo, para que podamos marchar y liderar Tu Ejército para proclamar la Verdad de Tu Santa Palabra y preparar a nuestros hermanos y hermanas para la Gloria de Tu Segunda Venida a la Tierra.
Te honramos. Te alabamos. Te ofrecemos nuestras penas y sufrimientos como un don para salvar almas. Te amamos, Jesús. Ten Misericordia de todos Tus hijos dondequiera que estén. Amén".
A los que desafían este Don especial de oración, en el que ofrezco la Absolución Total, deben saber esto.
Yo Soy Jesucristo, el Hijo del hombre y se me ha dado la Autoridad de perdonar todos los pecados.
A mis sagrados sacerdotes también se les ha dado el poder de perdonar el pecado, a través del santo Sacramento de la Confesión.
Te pido que aceptes Mi Don de la Absolución, en beneficio de aquellos que no pueden recibir el Sacramento de la Confesión o para aquellos que no son miembros de la Iglesia Católica Romana.
¿Negarías a estas preciosas almas el derecho a Mi Regalo?
¿Por qué tratas de desanimar a esas almas, que aceptan Mi Palabra Divina, de recibir la Absolución? ¿Preferirías que no se redimieran ante Mis Ojos?
Debes mostrar amor a tus hermanos y hermanas y alegrarte de que reciban este Regalo especial de Mí, su amado Jesús.
Aunque nunca hayan leído Mis Mensajes que te he dado, hija Mía, todo pecador tiene derecho a pedirme perdón una vez que muestre verdadero remordimiento en su alma.
Abran sus corazones y recen por el Don de la humildad.
¿No sabes que el Espíritu Santo no puede ni quiere entrar en el alma de los que tienen el corazón endurecido?
Tu Divino Salvador
Jesucristo