Nunca rechaces a los profetas del Señor

Hija mía, es imperativo que guardes silencio mientras comienza la persecución.

La Santa Palabra de Mi Padre Eterno será rechazada, por aquellos mismos siervos sagrados que pretenden proclamar la Verdad de Su Santísima Palabra.

La Iglesia católica es la única Iglesia verdadera.

Todas las iglesias se unirán para convertirse en una Iglesia Santa y Apostólica en Mi Segunda Venida.

Hasta que eso suceda, cada Palabra de Mi Padre, dada a un mundo espiritualmente seco, será ignorada, desafiada o ferozmente opuesta.

Aquellos que se opondrán ferozmente a Mis Mensajes, dados a ti, el^7º mensajero para el final de los tiempos, se dividirán en dos bandos.

Los que siguen a Satanás a través de la adivinación de la nueva era y la brujería.

Los otros serán aquellos que están espiritualmente ciegos, pero que creen que están divinamente inspirados con el Don del Espíritu Santo.

Ambos rechazarán la Palabra de Dios, dada a ustedes a través de la Santísima Trinidad y Mi amada Madre.

Incluso los buenos sacerdotes, a quienes se les prohíbe respaldar públicamente estos Mensajes, sentirán que está justificado vilipendiar Mi Santa Palabra para que todo el mundo la oiga.

Con poca humildad verdadera en sus corazones, se propondrán socavar esta Llamada del Cielo, que se está dando para ayudar a la humanidad.

Estos sacerdotes, clérigos y otros autoproclamados apóstoles, que dicen conocerme, tratarán de animar a las almas a rechazar Mi Palabra.

Ellos no tienen vergüenza, pues arrogantemente destrozarán Mi Libro de la Verdad, tal como está siendo revelado a toda la humanidad.

Entonces, destrozarán el contenido, con veneno en sus corazones.

No quieren oír la Verdad, porque trastornaría y sacudiría el capullo de falsa seguridad en el que se envuelven.

Oh, cómo me ofenden.

Cuánto daño causarán y, sin embargo, no se dan cuenta de ello.

Ore para que estas almas, ciegas a la Verdad, por la influencia del engañador, abran sus corazones y acepten la Palabra de Dios tal como se les presenta hoy.

No tienen derecho a despedir públicamente estos Mensajes sin discernirlos, con un alma limpia, que debe ser humilde en todas las cosas.

Aunque Dios permite los sufrimientos experimentados por Sus videntes en la Tierra para asegurar que las almas se salven, no tolerará el abuso de Sus profetas ungidos.

Tú, hija mía, eres una profeta.

Aceptas el sufrimiento como un regalo para mí.

Pero no se trata de ti, porque tú no eres nada sin Mí y lo sabes y lo aceptas.

Dios, mi Padre, habla al mundo a través de sus profetas.

Es Su Palabra la que ustedes rechazan, cuando calumnian públicamente a Sus profetas.

Porque esto es un pecado a Sus Ojos.

Nunca rechaces a los profetas del Señor.

Nunca lastimes o dañes a Sus profetas de ninguna manera.

Permanece en silencio en todo momento si tienes dudas y reza por ellos.

Ataca al verdadero profeta y fuego se derramará sobre ti desde los Cielos en castigo por la Mano de Mi Padre.

Ningún hombre impedirá que la Palabra del Señor sea dada a Sus hijos.

Esta es la promesa hecha por Mi Padre desde el principio.

Escucha su voz.

Acepta que estás en los últimos tiempos.

Oren para que estos Mensajes sean escuchados, para que todos los hijos de Dios tengan Vida Eterna.

Tu profesor

Redentor de toda la Humanidad

Jesucristo