jueves, 9 febrero 2012 15:00
violacióna los mayores pecadoresoración de perdóna los pecadoresprostituciónInfiernoamor al pecador y condena del pecadoIndulgencia plenariapornografíapecado mortaladulterioidolatríallamada a la conversiónJesús SalvadorConfesiónremordimientoodioadvertencia del InfiernoMi querida y amada hija, el hombre debe alejarse del pecado y pronto. Tantos pecados hoy en día, ya no son vistos como tales.
Tantos agravios, contra Mi Padre, son cometidos sin ninguna culpa.
Niños, debéis parar. Están destruyendo sus vidas. Satanás se burla de Mí, mientras se jacta de las almas que Me roba, cada segundo. Si vieras las almas, millones de ellas, cayendo en los fuegos de la eternidad, te morirías de asombro.
Cómo rompe Mi Corazón presenciar el terror que tienen que sufrir estas almas, que vivieron en pecado terrible cuando estaban en la Tierra. Los pecados de los que fueron culpables no son siempre los que presumís que son pecados mortales.
Hablo de la fornicación, tan fácilmente aceptada en el mundo de hoy, de participar y ver pornografía, de la prostitución y del abuso sexual.
Me refiero al odio hacia los demás, así como, a los que causan dolor y miseria a los menos afortunados que ellos.
También lo es el pecado de idolatría, en el que se adoran los bienes materiales por encima de todo, aunque no sean más que cenizas.
¿No comprendes que una vez que pecas de esta manera, te alejas cada día más de Mí? Entonces se hace muy difícil liberarte de la garra que te ha puesto el rey de las tinieblas.
Despierten, niños. Sean conscientes de la existencia del Infierno y tengan mucho miedo de entrar por las puertas de la condenación eterna.
Te lo digo no para asustarte, sino para que comprendas que el pecado mortal te llevará allí si no vuelves ahora a Mí.
La oración, y mucha, será necesaria para volver a Mí, pero escuchad esto. A aquellos de ustedes que están desesperados, afligidos y se sienten impotentes, debido al abismo de pecado en el que están, sólo pidan y Yo los perdonaré.
Debe mostrar verdadero remordimiento y confesarse ahora. Si no puede confesarse, rece la oración de Mi Cruzada por la Indulgencia Plenaria de Absolución, durante siete días consecutivos.
"Oh Jesús mío, Tú eres la Luz de la Tierra.
Tú eres la Llama que toca todas las almas.
Tu Misericordia y Tu Amor no tienen límites.
No somos dignos del Sacrificio que Tú hiciste con Tu muerte en la Cruz.
Sin embargo, sabemos que Tu Amor por nosotros es más grande que el amor que sentimos por Ti.
Concédenos, Señor, el don de la humildad para que seamos merecedores de Tu Nuevo Reino.
Llénanos con el Espíritu Santo, para que podamos marchar y liderar Tu Ejército para proclamar la Verdad de Tu Santa Palabra y preparar a nuestros hermanos y hermanas para la Gloria de Tu Segunda Venida a la Tierra.
Te honramos. Te alabamos. Te ofrecemos nuestras penas y sufrimientos como un don para salvar almas.
Te amamos, Jesús. Ten Misericordia de todos Tus hijos dondequiera que estén. Amén".
Nunca abandono a los pecadores y siento un afecto particular por ellos. Los amo de una manera muy especial, pero detesto sus pecados.
Ayudadme a salvaros, hijos. No lo dejéis para cuando sea demasiado tarde.
Tu amado Jesús