Jesús revela la Indulgencia Plenaria, para la Absolución Total

Este Mensaje fue dado a María Divina Misericordia después de una hora y media, durante la Adoración Eucarística.

Mi amadísima hija, cómo me regocijo por el amor que Me muestran Mis preciosos seguidores, cuyo amor está tan estrechamente entrelazado con Mi Sagrado Corazón.

Me deleito en Mis hijos leales, cuyo amor por Mí Me trae tanta alegría en medio de Mi Dolor. Ellos son la luz que Me trae la fuerza necesaria para dirigir Mi Ejército. Estos, Mis hijos elegidos, creen que ha sido su sola fe la que los ha traído a Mí. De lo que no se dan cuenta, es que Mi Espíritu Santo descendió sobre ellos, especialmente sobre aquellos con corazones abiertos, para que pudieran unirse a Mi Iglesia Remanente en la Tierra.

Ellos, Mis amados seguidores, que muestran obediencia, determinación de voluntad y amor puro en sus almas, serán los cimientos, sobre los cuales ahora reconstruiré Mi Iglesia en la Tierra. Mi Ejército, a través de su amor por Mí, recibirá ahora Gracias muy especiales.

Les concedo esta Indulgencia Plenaria, para permitirles llevar Mi Antorcha de Fuego, para que puedan difundir la conversión. Este Don Mío les permitirá difundir la Verdad de Mi Santa Palabra, para que toque los corazones dondequiera que vayan.

Deben rezar esta oración durante siete días consecutivos y se les concederá el Don de la Absolución Total y el Poder del Espíritu Santo.

Oración de la Cruzada (24) Indulgencia plenaria por la Absolución

"Oh Jesús mío, Tú eres la Luz de la Tierra.

Tú eres la Llama que toca todas las almas.

Tu Misericordia y Tu Amor no tienen límites.

No somos dignos del Sacrificio que Tú hiciste con Tu muerte en la Cruz.

Sin embargo, sabemos que Tu Amor por nosotros es más grande que el amor que sentimos por Ti.

Concédenos, Señor, el don de la humildad para que seamos merecedores de Tu Nuevo Reino.

Llénanos con el Espíritu Santo para que podamos marchar y liderar Tu Ejército para proclamar la Verdad de Tu Santa Palabra y preparar a nuestros hermanos y hermanas para la Gloria de Tu Segunda Venida a la Tierra.

Te honramos. Te alabamos.

Nos ofrecemos a nosotros mismos, nuestras penas, nuestros sufrimientos, como un don a Ti, para salvar almas.

Te amamos, Jesús.

Ten Misericordia de todos Tus hijos, dondequiera que estén. Amén".

Vayan en paz, Mis amados seguidores, y recuerden que su amor por Mí enciende Mi Corazón y trae gran alegría a Mi Padre Eterno, Mi Bendita Madre, los ángeles y todos los santos en el Cielo.

Os amo a todos. Espero el momento, en que abrazaré a todos y cada uno de ustedes, en Mis Brazos, para que encuentren la paz, el amor y la alegría, que han estado esperando durante todas sus vidas en la Tierra.

Tu amado Jesucristo