Dios Padre: El último mensajero que anunciará la Segunda Venida

Hija mía, cuando envío profetas al mundo, suelen ser aquellos que menos te esperas.

Nunca los encontrarás en las altas esferas de Mi Iglesia. Tampoco serán las almas más exteriormente santas.

En muchos casos, no serán dignos de este Don especial. Sin embargo, elegí almas imperfectas de condiciones de vida inusuales, pero sencillas, para poder moldearlas y convertirlas en las criaturas que tanto deseo.

Mis profetas para el final de los tiempos no son diferentes. No serán aceptados fácilmente. Como al principio, cuando envié por primera vez a Mis profetas para preparar a la humanidad para la llegada de Mi amado Hijo, Jesucristo, el Mesías, les resultó difícil que sus voces fueran escuchadas.

Las voces de Mis auténticos mensajeros de los últimos tiempos no serán escuchadas al comienzo de su misión. Sin embargo, con el tiempo, serán reconocidas, porque será Mi Voz la que será fácilmente identificable. Tú, hija Mía, eres la mensajera final enviada para anunciar la llegada de Mi amado Hijo, Jesucristo, para Su muy anticipada Segunda Venida.

Esto es aterrador para ti y, a veces, muy difícil de digerir. Sin embargo, es la Verdad.

Este Trabajo, cuando se te darán Mensajes Divinos para preparar a los remanentes de Mi Iglesia en la Tierra para La Segunda Venida, será difícil.

Aunque hasta ahora he seleccionado muchas almas elegidas y seguiré comunicándome con ellas por el bien de toda la humanidad, su suerte será más fácil.

Vuestra suerte será difícil en extremo y seréis perseguidos por ello.

Te bendigo con cada Gracia de Mi Reino Celestial.

Avanzarás, como instrumento elegido, para impartir Mi Santísima Palabra al mundo. Esta Obra será protegida en todo momento.

Sí, seréis atacados, casi a diario, pero sabed esto. Si esta Obra no fuera tan importante, ¿crees que podría escapar a la atención de Satanás y su dominio de ángeles caídos?

Ellos, hija Mía, se han infiltrado en la Tierra y se han arrastrado, en muchos casos, sin sospecharlo, a los corazones y almas de muchos de Mis hijos.

El Camino Sagrado de tu trabajo, tú el mensajero final, enviado a la Tierra para ayudar a salvar a la humanidad de las garras finales de Satanás, ha sido predicho en las Escrituras.

El mundo ha estado esperando estas instrucciones, por Mi Santo Mandato.

Muchos falsos profetas tratarán de bloquear esta, Mi Santa Palabra, a través de la difusión de mentiras y confusión.

Estos Mensajes serán cuestionados y examinados por Mi Iglesia, en busca de errores. Sin embargo, sólo imparten la Verdad.

Gran parte de la Verdad, ignorada por Mis Iglesias a lo largo de los siglos, emergerá de nuevo.

Más revelaciones en cuanto a la Verdad de vuestra Vida Eterna, hijos, os serán reveladas.

Esta Obra causará indignación, hija Mía. Serás escupida, ridiculizada, menospreciada y bloqueada de todas las formas imaginables.

A aquellos que encuentran dificultad con la Verdad dada a ti, el profeta final del fin de los tiempos, escucha ahora Mis súplicas.

Deben pedirme el Don del Espíritu Santo, antes de que puedan abrir sus oídos para escuchar Mi Voz, a la Verdad de Mi Santa Palabra y a las instrucciones que les daré a todos ustedes, para que puedan tener Vida Eterna.

Mis Palabras serán simplificadas para que cada hombre, mujer y niño pueda seguir Mi Santa Palabra. Pero, debes saber esto. Mientras habrá mucho Amor y Luz brillando a través de Mi Palabra, también habrá un Aire de Autoridad Divina, que encontrarás imposible de ignorar.

Así sabréis que soy Yo, vuestro Dios, vuestro Padre Eterno, quien habla. Mi Amor invadirá vuestras almas y elevará vuestros corazones en unión con el Mío.

Todos los preparativos están en marcha. Después de la Gran Misericordia de Mi amado Hijo, se reservará el tiempo para preparar al mundo para Su Segunda Venida.

Sí, hijos, Yo Estoy ahora haciendo arreglos para salvar a Mis hijos de la oscuridad. Estoy reclamando Mi Creación, hijos Míos, y los estoy llevando a su legítimo hogar, su herencia, El Nuevo Paraíso.

Tened paciencia, niños. Recuerden que Yo los amo. Confíen en Mí y en Mi Santa Palabra dada a ustedes a través de Mi profeta de los últimos tiempos, María Divina Misericordia.

Tu Padre Eterno

Dios del Altísimo

Creador de todas las cosas