Dios Padre: Vosotros, mis amados hijos, tenéis un glorioso futuro por delante

Yo Soy el Rey de toda la Creación. Yo Soy el Alfa y la Omega. Toda la humanidad Me honrará.

Mi queridísima hija, el tiempo para que la humanidad Me honre a Mí, su Padre celestial, en toda Mi Gloria, está por fin muy cerca.

Las oraciones de Mis amados hijos, esos humildes siervos Míos, están salvando almas y a gran parte de la humanidad contra las fuerzas de la oscuridad, que cubren la Tierra.

He aquí, os digo a todos vosotros, Mis humildes seguidores y aquellos que creen en Mí, el Creador de toda la humanidad, uníos. Debéis uniros como una sola fuerza para honrarme a Mí, vuestro Padre.

Rezad ahora en unidad por la conversión mundial. El Espíritu Santo fue derramado por Mí sobre el mundo entero el^{10 de} mayo de 2011. Ya ha atraído a muchas almas buenas a proclamar Mi Palabra.

Ahora que el poder de Satanás está disminuyendo, atacará a tantas almas como sea posible.Los peores ataques serán infligidos a Mis iglesias y a todos aquellos que Me honran a Mí, su Padre celestial.

La Fe de Mi Iglesia continuará debilitándose, pero la fe de aquellos que se inclinan ante Mí influirá en las mentes de los buenos cristianos de todas partes y los acercará a Mí.

Mucha confusión está evolucionando entre Mis hijos. A todos aquellos que se distraen de rezarme a Mí, Dios del Altísimo, escuchad ahora Mi súplica a la humanidad.

Nunca permitas que nadie te distraiga de la Verdad de Mi Santa Palabra dada a la humanidad para salvar almas.

Nunca permitas que nadie te disuada de rezar por esas pobres almas atormentadas que han sido capturadas por Satanás.

Uníos como uno solo, hijos, y rezad por la Misericordia una última vez. Vuestras oraciones Me ofrecen la ayuda necesaria para salvar a la mayor parte de la humanidad.

Tú, hija Mía, eres la profeta del final de los tiempos que más sufrirá. Debido a esta Misión recibirás los últimos Mensajes de este tipo para el mundo y serás el objetivo principal de Satanás y sus secuaces.

Ahora hay muchos profetas que han recibido una misión sagrada sancionada por Mí para ayudar a guiar a la humanidad.

Después de tu Misión no enviaré a nadie más para impartir Mis Mensajes porque el mundo, tal como lo conoces, habrá cambiado para siempre.

Como profeta del final de los tiempos, tu voz será rechazada por los creyentes, en primer lugar, porque se opondrán agresivamente a estos Mensajes Divinos, de una manera que te sobresaltará y asustará, hija Mía.

Satanás atacará a esas pobres y santas almas como medio para hacerme daño. El ya ha cegado los corazones de los creyentes a la Verdad. El torcerá la Verdad en las mentes de aquellos que me rinden homenaje a Mí, su Padre celestial y a Mi amado Hijo, Jesucristo.

No obstante, alégrate, porque ya se ha logrado mucha conversión con la ayuda de otros videntes y profetas del mundo. Gracias a su labor, ya se han evitado muchas catástrofes. Sin embargo, un cierto número de castigos seguirán cayendo sobre la humanidad para purificar a las naciones.

Hija mía, el poder de la serpiente será aplastado, y pronto. Es por esto que Mis hijos no deben temer al futuro. Vosotros, Mis amados hijos, tenéis un glorioso futuro por delante. Todo lo que necesitáis hacer es rezar por vuestros hermanos y hermanas y confiar en Mí completamente.

Aunque El Aviso, que tendrá lugar pronto y de forma inesperada, salvará almas, todavía se necesita mucha oración. Las oraciones que os pido ahora son especialmente por los jóvenes de todas las partes del mundo.

Estos son los niños atrapados por las perversas mentiras perpetradas por Satanás. Estos son los niños que pasan gran parte de su tiempo viviendo en una falsa idolatría y en un mundo imaginario. Ellos son los que más necesitan vuestras oraciones. Uníos, niños. Dejad a un lado vuestras diferencias. Despojaos de vuestra capa de orgullo. Dejaos caer, en amor y humildad, para pedirme las Gracias que necesitáis. Estas Gracias inundarán vuestra alma con el Espíritu Santo. Sólo entonces vuestras oraciones serán escuchadas y atendidas.

Tu amado Padre celestial

Dios Altísimo