lunes, 20 diciembre 2010 22:00
Volume 1rutina en la oraciónsanta Faustinaotras profecíasEl Rosario como protección contra el pecadoMadre de la Salvaciónel papel del sufrimientoEscúchame, hija mía. Debes permanecer fuerte, por mi amado Hijo, Jesús, el Cristo. Él es demasiado importante y especial para que te alejes con dudas en tu mente. Sí, es fácil confundirse en este Trabajo, pero tendrás que confiar en Él, completamente. Él necesita que te rindas y le des tu confianza absoluta.
Hija mía, no ha sido fácil para ti, con este Trabajo. Pero, como he dicho antes, amas perseverar. Tendrás éxito en la realización de tu Obra. Te exhorto a que vuelvas a la rutina de la oración diaria. Porque es a través de mi Santísimo Rosario que serás protegida. Esta Obra es muy Sagrada, hija mía, así que por respeto, por favor obedece a mi Hijo, confiando en Él, completamente. Haz a un lado tus dudas, hija mía, porque se te han dado gracias especiales, por el Espíritu Santo. La Verdad esta ahora en tu corazon, alma y mente. Esta es la razón por la que has encontrado más fácil escribir los Mensajes, que mi amado y querido Hijo te da.
Él te ama, hija mía, y te ha elegido para una de las tareas más importantes de este siglo. Tu Obra está siendo comparada con la solicitada a Sor Faustina. Estás pasando por sufrimientos similares a los que ella padeció. No temas estos sufrimientos, que incluyen la falta de capacidad para rezar y las dudas diarias, que son normales. Pasarán. Todos los santos, incluida Santa Faustina, caminan contigo, hija mía, y te guían cada día.
El Trabajo que estás emprendiendo en mi nombre, y en el de mi amado Hijo, ha sido predicho. Es una de las formas más importantes en las que puedes salvar almas. No titubees, ni vaciles. Siempre, siempre pide ayuda a tu amada Madre. Yo estoy ahí para vosotros. Por favor reza diariamente a mi Hijo recitando Su Coronilla de la Divina Misericordia. Así estarás más cerca de Él y lo sentirás moverse en tu corazón.
Ármate de valor y avanza, ahora. Mira, con amor, hacia el precioso camino que conduce a la Santísima Trinidad. Todos están contigo. Sufrirás, pero considera esto una gracia, pues sin sufrimiento no puedes permanecer cerca del Corazón de mi Hijo.
Eso es todo por ahora. Vuélvete y abre tu corazón, ahora, hacia mi amado Hijo, Jesús el Altísimo.
Amor y Paz
Nuestra Señora de las Rosas