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Primer Mensaje recibido de Nuestro Salvador Jesucristo

martes, 9 noviembre 2010 3:00

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He aquí que se acerca la hora de que digas al mundo que la Justicia caerá sobre todos aquellos que Me rechazan. Mi Misericordia no conoce límites para todos aquellos que siguen la Verdad de Mi sufrimiento en la Cruz.

Alegría a aquellos de Mis seguidores que rechazan las tentaciones a las que se enfrentan cada día. Otros, que dieron la espalda a Mis Enseñanzas, están ciegos a las promesas hechas por Mí cuando morí por sus pecados en la Cruz.

Estoy en profundo dolor y me siento desolado con el abandono que sufro de Mis amados pecadores, por quienes entregué Mi Vida terrenal.

La Tierra está en tinieblas en este momento. Ellos, Mis seguidores, sufren grandemente Conmigo cuando son testigos de un mundo de pecadores que no sólo le han dado la espalda a Dios, Mi Padre Eterno, sino a Mí, Quien sufrió un Gran Sacrificio para salvarlos de los reinos de la condenación eterna.

Estoy afligido, y lloro lágrimas amargas de decepción y dolor, por la forma en que he sido rechazado por segunda vez. Insto a Mis seguidores a reunirse en este momento de dolor en el mundo. Deben dejar a un lado su indiferencia para orar y unirse a Mí para ayudar a aquellos cuyas almas han sido robadas por el maligno.

Aún hay tiempo para que los pecadores se arrepientan. No hay un camino fácil. Tiene que ser de corazón. Creyentes, no tengáis miedo de alzar vuestras voces al unísono para declarar el Amor que tengo por todos.

Cristianos, Musulmanes, Hindúes, Judíos y para todos aquellos credos, deducidos por la falible mente de la humanidad - los invito a todos, una última vez, a abrir sus ojos a la Verdadera Palabra de Dios el Dios que les envió la Palabra a través de los profetas. La Verdad fue escrita y documentada en la Santa Palabra de las Escrituras, que ningún hombre puede enmendar, cambiar o intentar torcer a su propia interpretación. Sólo hay un Dios. Así que depongan sus armas, abran sus ojos y síganme a la vida eterna.

Os amo tanto que entregué Mi Vida por vosotros. ¿Habéis olvidado esto? A través de Mi Divina Misericordia, les imploro a todos ustedes que vuelvan a Mí, una última vez. A través de Mi Misericordia, vuelvo a la Tierra para intentar ayudaros a mirar en vuestros corazones y buscar la Verdad. No permitáis que el engañador os destruya. Buscad la Verdad. El amor - el amor puro - es el camino al Reino de Mi Padre.

Por favor, recuerden Mi Divina Misericordia. Os amo a todos y cada uno de vosotros. Oren por el perdón ahora. Extiende tus manos y déjame guiarte al Reino de Mi Padre. Estoy regresando a la Tierra como fue predicho. Ese tiempo se acerca tan rápidamente que muchos no estarán preparados. Tantos serán sorprendidos y tomados desprevenidos, que no creerán que está sucediendo. No hay mucho tiempo ahora para que Mis profetas ayuden a preparar a la humanidad para este Gran Evento.

Creyentes, os invito a todos a prestar atención a Mi Advertencia. Difundid la Verdad. Instad a la gente a pedir Mi Misericordia. Me esforzaré por salvar a cada alma que se arrepienta, hasta su último aliento.

No puedo, ni quiero, interferir con su libre albedrío. Les ruego que escuchen y presten atención a Mi Palabra. Os amo a todos. Les pido que oren por la conversión antes del fin de los tiempos, que está casi sobre nosotros. No deseo asustar a Mis seguidores, pero os suplico que salvéis a las almas. Debéis recordar a todos la urgencia de liberar sus mentes de las búsquedas mundanas. En su lugar, buscad las virtudes de la humildad sencilla, desprovista de ego e idolatría.

La gente común tendrá que liderar la difusión de la Verdad sobre Mi Segunda Venida.

Debido a la rápida evolución de las tinieblas espirituales, propagadas por el ateísmo y el auge del culto satánico, en el triste e ingrato mundo actual, son las almas sencillas, los verdaderos creyentes, quienes tendrán que asumir esta tarea.

Reza ahora por la salvación de la humanidad, mientras el mundo se dirige ahora hacia la Gran Tribulación, tal como está predicha en las Sagradas Escrituras. Dependerá del libre albedrío de la humanidad si está preparada o no para buscar la redención de sus pecados. Nunca deben tener miedo. Mi Amor es siempre Misericordioso.

Tu Salvador
Jesucristo


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