20 dic 2010

Presta atención, hija Mía. La humanidad está siendo advertida, por estos

mensajes, de la espada que caerá sobre los que continúen rechazando a Mi

Padre Eterno. El tiempo se acerca para el advenimiento de la Gran Tribulación.

Este evento comenzará a finales de 2012 y no debe ser confundido con el

tiempo o la fecha de Mi Segunda Venida a la tierra. Porque esto último, Hijos

Míos, no será predicho en estos mensajes. Cualquiera que intente dar a Mis

hijos una fecha de Mi Segunda Venida es un mentiroso y no un verdadero

profeta.

Dios no permitirá que tenga éxito el plan para reducir la población mundial

La Gran Tribulación, como fué predicho hace mucho tiempo, se desarrollará

ante de los ojos de este mundo descreído. Será cuando la espada de la justicia

golpeará por todas partes. Mi Padre Eterno no está dispuesto a inhibirse y

permitir que se logre el plan maligno, diseñado para reducir la población

mundial, que se está tramando justo ahora a puerta cerrada.

Este grupo maligno, seguidores devotos de Satanás, han intentado en el

pasado infligir el genocidio a los hijos de Mi Padre. Fracasaron. Lo están

intentando otra vez. Fracasarán de nuevo, pero no sin antes causar una terrible

destrucción.

Los creyentes no deben temer

Mi Padre Eterno, en su Misericordia, tendrá que intervenir para detenerles,

aunque le duela desatar los desastres mundiales que están por venir. Vosotros

los creyentes, no temáis por vosotros y vuestras familias. Estáis siendo

protegidos. Pero por favor, rezad el Santo Rosario y Mi Divina Misericordia, en

todo momento, para ayudar a suavizar y revertir algunos de estos desastres.

Empezad a planificar ahora. Esa gente debe ser combatida pues intenta

controlar vuestro dinero, vuestra salud, vuestro alimento e incluso vuestra Fe.

Poneos en pie y protegeos vosotros y vuestras familias mediante la oración.

Acudid a todos los santos a los que reverenciéis para que os ayuden como

intercesores ante Mi Padre Eterno.

Ocurrirán desastres globales

A medida que estos desastres globales comiencen, con dramáticos cambios en

los patrones del tiempo -que ya han empezado de forma suave- serán vistos

como el resultado del calentamiento global. Sí, la humanidad ha dañado la

tierra de manera muy fea pero estos desastres no tendrán nada que ver con el

cambio climático.

Mi Padre Eterno, si quisiera, podría abstenerse y no hacer nada. Pero entonces

estos grupos engañados y hambrientos de poder, grupos de gente que toma

decisiones importantes, ganarían. Atrayendo a Mis inocentes hijos hacia la

trampa de la lealtad hipnótica a Satanás, el Maligno, robarían vuestras almas.

No se les permitirá hacerlo.

Llamo a todas las religiones a unirse

Es tiempo ahora de que los hijos y seguidores de Mi Padre, como también

todos los que creen en un ser superior -Dios, el Creador y Hacedor de todas las

cosas- unáis fuerzas como uno solo. Independientemente de la forma en que

sigáis a Dios, o de si creéis en Mí, su amado único Hijo, permaneced juntos

como uno. Combatid al grupo que representa al Maligno. Si creéis en Dios, el

Padre Eterno, él es vuestro enemigo. Él está intentando impedir que entréis en

el Paraíso para lo cual miente a sus seguidores diciéndoles que él les llevará a

otro paraíso igualmente divino y hermoso. Esos pobres seguidores, seducidos e

ingenuos, no pueden ver el engaño porque están cegados por el atractivo de la

gloria de lo material.

Las profecías del Libro de Juan saldrán ahora a la luz

Rezad, rezad y rezad cada día todos vosotros. Muy pronto todos entenderéis la

verdad de las Sagradas Escrituras. Todos entenderéis, finalmente, que las

enseñanzas contenidas en el Libro de Mi Padre son precisas. No mienten.

Algunas profecías predichas en el pasado ya salieron a la luz. Las profecías

contenidas en el Libro de Juan saldrán ahora a la luz. Estos mensajes dados a

esta profetisa son para preparar a Mis hijos a entrar en el Reino de Mi Padre.

Id ahora a propagar Mi Verdad. Salvaos unos a otros de las garras del

Seductor, antes de que sea demasiado tarde.

Vuestro Amante Salvador,

Jesucristo