miércoles, 21 diciembre 2011 20:10
a los mayores pecadoresa los pecadoresamor a Diospedir perdónno tengas miedoJesús SalvadorhumildadConfesiónnaturaleza del pecadoasesinatola esclavitud del pecadoremordimientoamor a los vecinospaz en el almaMi queridísima y amada hija, soy yo.
Esta noche vengo a ofrecer consuelo a los pecadores que creen que no son dignos de estar ante Mí.
Hago un llamamiento a aquellos de vosotros, pobres almas torturadas, que creéis que vuestros pecados son tan repulsivos que no podría perdonaros. Qué equivocados estáis.
¿No sabes que no hay un solo pecado que no pueda perdonar? ¿Por qué tienes tanto miedo?
¿No sabes que incluso el pecado más grave de asesinato puede ser perdonado? Todos los pecados pueden y serán perdonados si se muestra verdadero y sincero remordimiento.
Yo estoy esperando. Abridme vuestros corazones. Confiad en Mí. Soy probablemente el único amigo verdadero que tenéis, en el sentido de que podéis contarme cualquier cosa y no me escandalizaré.
El pecado es un hecho de la vida. Muy pocas almas, incluidas las almas elegidas, pueden permanecer en estado de gracia durante algún tiempo.
Nunca sientas que no puedes confesar tus pecados, por graves que sean.
Si me temes y sigues dándome la espalda, te alejarás aún más de Mí.
Muchos de Mis hijos no se sienten dignos de Mi Amor. Sin embargo, Yo amo a todos, incluso a los pecadores empedernidos. Yo no condono el pecado. Nunca podría hacer eso. Pero amo al pecador.
A causa del pecado fui enviado a tu mundo como Salvador para que pudieras ser perdonado.
Para ser perdonado debes pedir perdón. Cuando pides perdón debes ser humilde primero. Porque sin humildad no hay verdadero remordimiento.
Yo, tu Salvador, te ruego que te pares a pensar en cómo vives tu vida. O amas a Dios con tus buenas obras y tu amor al prójimo, o no lo amas.
No tenéis que conocerme para amarme, hijos. Por vuestras obras, vuestro amor mutuo, la bondad y generosidad que mostráis a los demás, demostráis vuestro amor por Mí sin daros cuenta.
Será también a través de tu humildad de corazón, cuando muestres verdadero remordimiento por todas las malas acciones en tu vida, que probarás también tu amor por Mí.
¿De qué otra forma crees que puedes acercarte a Mi Corazón?
Nunca debes tener miedo de acercarte a Mí. Nunca estoy lejos.
Ven a Mí ahora para que pueda alimentar tu alma y darte la paz que anhelas.
Tu amado Jesús