Virgen María: Nunca hay que rechazar la esperanza en favor del miedo

Hija mía, el mundo debe ser informado rápidamente del Amor y la Misericordia que mi Hijo Jesucristo tiene por cada persona en la Tierra.

Él ama a todos, incluidos los que tienen almas tibias y los que no le conocen.

No dudes nunca de que esas mismas personas, que pueden estar faltas de espíritu, son muy amadas por Él. Recibirán una gran esperanza cuando les envuelva la Misericordia de mi Hijo.

El Cielo se regocijará cuando estas personas abran sus ojos a la Verdad durante La Advertencia. Es entonces cuando aceptarán el Amor y la Esperanza que les serán dados. Será el mayor Regalo que jamás recibirán en esta vida en la Tierra.

Hija mía, la gente nunca debe condenar a los que no honran a mi Padre. Nunca deben perder la esperanza por aquellos que también rechazan a mi Hijo. Todas estas almas son amadas con profunda ternura por mi Hijo, que sólo quiere salvarlas.

La esperanza, hija mía, es un don de Dios Padre. Nunca debe ser rechazada en favor del miedo o la negatividad. La Misericordia de mi Hijo no tiene límites. Pronto se os dará a todos y cada uno de vosotros.

La esperanza y la alegría deben estar a la vanguardia de sus pensamientos, hijos, porque mi Hijo está a punto de conceder un gran regalo a sus hijos con el fin de salvar al mundo.

Quiere que toda la humanidad forme parte de esta gran y gloriosa Era de Paz, que os espera a todos.

Reza, reza, reza para que todas las almas de la Tierra acojan este Don amoroso con corazones abiertos y humildes.

Será a través de La Advertencia que la Misericordia de Dios se mostrará finalmente a la humanidad.

No puede haber dudas después de eso en cuanto a lo mucho que todos sus hijos son amados y apreciados por Él.

Tu amada Madre
Reina de los Cielos