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Allow your hearts to welcome Me. Allow My Love for you to infiltrate the hearts of all God’s children including those who persecute you in My Holy Name.

Mi Palabra no se rechaza por miedo, sino por el pecado de soberbia

lunes, 14 noviembre 2011 20:15

Volume 1a los pecadorespersecución de esta Misiónpedir perdónoración de misericordiaConfesiónamor a los vecinosno juzguesorgullopaz en el almalibre albedríoEl amor de DiosDivina MisericordiaLa justicia de DiosPalabra de Dios

Mi muy querida y amada hija, ¿por qué es que la gente complica Mis Enseñanzas? Muchos de Mis hijos malinterpretan y subestiman Mi gran Misericordia. A pesar del número de veces que Yo prometo a Mis hijos el perdón de sus pecados, ellos todavía tienen miedo de que Yo no pueda perdonar todo pecado, no importa cuán grave sea el pecado.

El mal en el mundo es causado por el odio que Satanás siente por la humanidad. Esos pobres pecadores engañados que siguen servilmente el camino del engaño son Mis hijos amados. Yo amo a cada uno de ellos y continuaré amándolos a pesar de la oscuridad de su alma. Mi Amor es eterno y nunca morirá cuando se trate de todas las almas. Estoy preparado para perdonar y abrazar completamente a todos. Estoy preparado para hacer todo para traer a todos los pecadores de vuelta a Mi redil sin importar como Me ofendan.

Satanás será impedido de robar tales almas, pero será sólo cuando el escudo del orgullo sea desechado por los pecadores, que ellos podrán volverse a Mí y convertirse de nuevo en parte de Mi querida familia. No me malinterpretes. Yo sólo puedo acercar las almas a Mí. No puedo forzarlas a amarme. No puedo forzarlas a querer entrar en Mi Reino del Paraíso. Primero tendrán que aceptar Mi Mano de Reconciliación, por su propia voluntad.

Yo Soy, como te he dicho, hija Mía, una y otra vez, primero un Dios de Misericordia. Mi Justicia se materializará, pero sólo cuando se hayan tomado todas las medidas exhaustivas para salvar a cada una de las almas de la Tierra.

Hija mía, este Trabajo nunca iba a ser fácil para ti. Porque te he dado esta santa tarea de tal magnitud, requerirá una tremenda fuerza de tu parte. Tú estás hecha para ser fuerte. Has sido entrenada para esta Obra desde que saliste del vientre de tu madre. Todas tus respuestas a Mis santísimas instrucciones han estado de acuerdo con Mi plan divino para la humanidad. Es porque estás en unión Conmigo -¿Has olvidado esto? - que sufrirás el mismo rechazo, que Yo tuve que soportar durante Mi tiempo en la Tierra. Este mismo rechazo por parte de aquellos que se jactan de su conocimiento intelectual de Mis Enseñanzas, para rechazar estos Mensajes Míos, presenciados por vosotros en el mundo de hoy. Esas almas, atiborradas de orgullo y de su autoproclamado conocimiento de las Sagradas Escrituras, no logran comprender esto.

Mis Enseñanzas son muy sencillas. Añade todo el lenguaje fino y la prosa que quieras, la Verdad permanece como siempre ha sido. Amaos los unos a los otros como Yo os amo. Sólo cuando os respetéis y améis los unos a los otros podréis proclamar verdaderamente Mi Palabra.

Existe tanta confusión, hija Mía. Tanto terror y miedo inculcado en Mis hijos acerca de su futuro. Si tan solo las almas se calmaran y oraran por Misericordia, entonces sus oraciones serían contestadas. Los desastres serán y pueden ser mitigados. Mantened viva la esperanza en vuestras almas, hijos. Nunca se empantanen juzgándose unos a otros y ciertamente nunca hagan esto en Mi Nombre.

Quien se atreva a juzgar a otro mediante el ridículo, en nombre del cristianismo, tendrá que enfrentarse a Mí. Quien peque contra Mis profetas también tendrá que responder ante Mí. Mi Palabra no se rechaza por amor. Mi Palabra no es rechazada por miedo. No, es rechazada por el pecado del orgullo.

Tu Salvador
Jesucristo


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