Tu momento de gloria ante Mis Ojos - tu momento de salvación

Mi querida y amada hija, la separación de Mí es dolorosa, especialmente para aquellos que Me conocen.

Una vez que las almas vislumbran el Amor que les tengo, entonces encuentran el dolor de la separación difícil de soportar. Esto es aún más pronunciado cuando las almas que profesan amarme, que, a causa del pecado, se encuentran en el Purgatorio después de la muerte.

Aunque todas las almas del Purgatorio van al Cielo con el tiempo, el dolor de estar separada de Mí es doloroso y angustioso.

Para muchas almas que creen en Dios, la sola mención del Infierno trae tormento a sus corazones. Luego, para aquellos que encuentran que sus almas necesitan purificarse en el Estado del Purgatorio, también sienten una desdicha que es difícil de entender para los que viven hoy en día.

Hijos, vuestro tiempo en la Tierra es tan importante porque es durante este periodo cuando debéis esforzaros por purificar vuestras almas mediante el ayuno y la penitencia. Aprovechad este tiempo mientras podáis para salvar vuestras almas. Para ello debéis buscar la humildad en todo momento para aseguraros de que os hacéis pequeños a Mis Ojos. Sólo los pequeños pueden atravesar las puertas más estrechas del Paraíso.

Acoged, pues, el Don del Purgatorio que se os presenta durante La Advertencia, cuando debéis purificaros como penitencia por vuestros pecados. No tendréis que esperar, hijos, a la muerte, para afrontar esta purificación. Sois bienaventurados, hijos, porque ninguna cicatriz de pecado permanecerá en vuestras almas. Entonces podréis acceder inmediatamente a la Nueva Era de Paz de la que os hablo. Aquí es donde todos Mis hijos que buscan el perdón por sus pecados durante La Advertencia serán llevados.

Abrid vuestros corazones y acogedme cuando venga a vosotros durante el próximo Aviso, cuando podréis abrazarme. Permitidme que os abrace y os perdone vuestros pecados. Así llegaréis a ser Míos en cuerpo, mente y alma, finalmente y con el total abandono que necesito de vosotros.

Este será vuestro momento de gloria ante Mis Ojos. Entonces estarás listo para la segunda etapa, cuando podrás unirte a tus hermanos y hermanas en el Nuevo Paraíso en la Tierra, tal como fue creado en el principio por Dios el Creador de todas las cosas.

Este será tu nuevo y legítimo hogar durante mil años. Esperad Mi llegada con amor, esperanza y alegría. No hay nada que temer. Alegraos. Vengo una vez más a salvaros del enemigo de la humanidad. Esta vez su poder es tan débil que le será difícil arrebatar las almas de aquellos que Me reciben con los brazos abiertos durante La Advertencia.

Tu Jesús
Redentor de la Humanidad