Mi muy querida y amada hija, a medida que más personas escuchen Mi Palabra, Mi Amor se infiltrará en sus almas tan pronto como lean Mis Mensajes. Yo hablaré a sus almas y despertaré su sueño para unirlos Conmigo para que Yo pueda salvar almas en todas partes. La fuerza del número me ayudará a lograr la salvación de las almas a tan gran escala. Debido al libre albedrío dado al hombre como un Regalo de Mi Padre, no puedo forzar a la gente a convertirse o volver a la fe en Dios Padre. Tendrá que ser su propia decisión. La oración difundirá la conversión. Te lo prometo. Sólo piensen en el Regalo que espera a las almas cuando ustedes, hijos Míos, oren por ellas.
¿No conoces el poder de la oración? La oración dicha por multitudes, en acción de gracias a Mi Padre y en expiación por vuestros pecados, puede salvar al mundo. Tal es el poder que ejerce. Nunca antes os había urgido tanto por vuestras oraciones, que deben salir de vuestros propios labios y con generosidad de corazón por los pecadores endurecidos de todas partes. Necesito vuestras oraciones. Sin vuestras oraciones estas pobres almas pueden no ser salvadas, porque muchas de ellas están en tal oscuridad que el impacto de La Advertencia tendrá poco efecto. Vosotros, Mis queridos y amados hijos, todos vosotros pecadores, muchos de los cuales hacéis todo lo posible por mostrarme vuestro amor, ¿no os dais cuenta de que confío tanto en vosotros para que Me hagáis compañía? Uníos a Mí en el Seno de Mi Sagrado Corazón y pedidme las gracias para salvar a vuestros hermanos y hermanas. Yo salvaré millones de almas cuando dediques tu tiempo a rezar La Divina Misericordia.
Este es el momento en que el rezo de la Divina Misericordia será más eficaz. Sed generosos de corazón, mente, cuerpo y alma. Desecha cualquier duda. Permite que Yo, tu Jesús, te eleve para llevarte a ti y a todos aquellos por los que rezas a Mi vida eterna.
