Nunca los abandonaré, hijos. Por eso vengo.

Mi querida y amada hija, te hablo hoy de la necesidad de comprender lo que es La Advertencia y de disipar cualquier confusión que la rodee. Mucha gente está asustada y cree que este es el Día del Juicio. Pero no lo es. Este será un día de Gloriosa Misericordia Divina, que envolverá al mundo entero. Mis Rayos de Misericordia serán derramados sobre cada alma - hombre, mujer y niño. Nadie será excluido. Nadie.

Este es Mi regreso para salvarte una vez más. ¿No sabíais que siempre iba a ser Misericordioso? ¿Que nunca esperaría hasta el Juicio Final para intentar una vez más salvaros a todos?

Esta es la Purificación de la que he hablado. En el período previo a este Gran Acontecimiento, el mundo ha soportado una Purificación durante los últimos dos años. Permití que la humanidad sufriera pérdidas y ganara humildad a través del colapso global de los mercados financieros, aunque yo no lo causé. Fue ideado por grupos globales en lugares de poder, incluyendo los pasillos de los gobiernos de todo el mundo, por su malvada avaricia. Sin embargo, debido a este sufrimiento, millones de personas estarán ahora listas para escuchar Mi Palabra y aceptar Mi Misericordia. De otra manera no habrían estado preparados. No hay nada que temer si Me amas y vives por los Mandamientos dados al mundo por Moisés bajo las instrucciones de Mi Padre Eterno.

Esperen Mi llegada con anticipación de amor y alegría y estén agradecidos de que están vivos en el mundo hoy para recibir Mi gran Regalo de salvación. Nunca os abandonaré, hijos. Por eso vengo. Es porque os amo tanto que hago esto. Es porque he querido prepararos y acercaros a Mi Corazón por lo que he dado al mundo Mis Mensajes a través de Mi amada hija.

Estos Mensajes van a continuar más allá de La Advertencia para darles tanta guía como sea posible en Mis Enseñanzas. Mi Palabra, contenida en estos Volúmenes, a los que Me refiero como el Libro de la Verdad, creará un nuevo ejército cristiano, que defenderá Mi Nombre hasta que comience la Nueva Era de Paz.

Alegraos ahora, hijos míos. Dejad que os consuele, porque ésta será la primera vez que os presentaréis ante Mí cara a cara. Será, para Mis seguidores, un momento de gran amor, paz y felicidad. Levantaos ahora y sed fuertes. Porque sois privilegiados y por ello debéis ofrecer alabanzas a Dios Padre Todopoderoso, Quien ha permitido que esto suceda.

Tu amado Salvador
Jesucristo