Hija mía, reza por todas aquellas almas que han rechazado a mi Hijo y que están orgullosas de ello.
Se acerca el momento en que mi Hijo intenta una vez más salvar al mundo de la condenación. Es importante, hija mía, que sigas siendo obediente en todo lo que te pida mi precioso Hijo.
Sufre y quiere salvaros a todos de las garras del engañador. El, el engañador, se esta preparando para La Advertencia. Mientras mi Hijo a través de Su Misericordia se dispondrá a salvar las almas de todos, él, el engañador, tratará de convencerlos de que La Advertencia fue una ilusión.
Hay que impedir que Satanás arrebate esas almas desprevenidas. Mantenedlas en todas vuestras oraciones, pues son las que más necesitan de vuestras oraciones.
