Ahora he enviado a mis profetas al mundo

Mi querida y amada hija, cómo convencer a los jóvenes y a aquellos atrapados en un ajetreado estilo de vida sin sentido, es el reto que te presento.

Tu trabajo es utilizar todo tipo de herramienta de comunicación moderna disponible para convencer a una sociedad joven y moderna de la Verdad de Mi Existencia. Yo prometo que todos aquellos niños pequeños a quienes se les dé la Verdad, a través de tales medios, sentirán Mi Presencia tan pronto como lean Mis Mensajes. Difunde y convierte ahora, hija Mía, en cada rincón del mundo. Este es el papel para el que has sido elegida. Difundiendo Mi Palabra viralmente, más gente puede ser alcanzada. Utiliza Internet y los medios de comunicación. Mis seguidores involucrados, con el tiempo, difundirán la Verdad por todas partes.

Esta Misión no ha hecho más que empezar. Los cimientos han sido puestos. Ahora, de acuerdo con el tiempo perfecto de Mi Padre, el mundo prestará atención a estos Mensajes divinos.

Prometí que volvería. Para allanar el camino he enviado a Mis profetas al mundo, incluyéndote a ti, hija Mía. Muchos están ahora respondiendo a Mi llamada en cada país del mundo, aunque sus voces son pequeñas. Con el tiempo, ellos también serán escuchados, para que puedan proclamar Mi Gloria y anunciar Mi regreso.

Hay algún tiempo por delante antes de que este glorioso retorno tenga lugar. Hasta entonces prepárense, hijos Míos. El Aviso convertirá a millones, pero es sólo el principio. El período después de eso será y debe ser gastado nutriendo almas para asegurar que estén adecuadamente preparadas, para que estén aptas para entrar al Nuevo Paraíso de Mi Padre en la Tierra.

Tenéis mucho que soportar, niños, pero mucho que esperar cuando se os dé acceso a esta maravillosa Nueva Era de Paz, alegría y felicidad en la Tierra. Ahora se requiere perseverancia. Valor y resistencia serán dados a aquellos que invoquen al Espíritu Santo. Vosotros entonces, Mi ejército, levantareis las almas de aquellos que se alejan de Mí. No dejéis que una de estas almas se aleje, perdida, en el desierto. Rezad por ellos. Muéstrales amor y comprensión. Nunca les digas que están condenados o les acuses de pecado, porque esto es una grave ofensa a Mis Ojos. En lugar de eso, sé firme pero amable. Diles la Verdad. Después dependerá de ellos.

No podéis, niños, ganar a todas las almas. Sólo podéis hacer lo mejor que podáis.

Tu amado Jesús