El acontecimiento más importante desde mi resurrección

Mi querida y amada hija, es Mi intención traer a cada hombre, mujer y niño a Mi Nuevo Paraíso en la Tierra, porque si una sola alma se quedara atrás se rompería Mi Corazón. Esta es la razón por la que el número de mensajeros que ahora envío al mundo ha aumentado. Es para que ellos puedan difundir Mi Santa Palabra para alentar la conversión.

Yo no envío mensajeros para asustar a Mis hijos. Por el contrario, el papel de Mis mensajeros es preparar a cada persona en esta Tierra, para que estén listos y sean dignos de vivir en este Nuevo Paraíso.

Hijos míos, los tiempos que estáis viviendo no son agradables. La ley y el orden se han roto. La codicia os ha robado vuestra estabilidad económica. La auto-gloria y la obsesión por la ambición han significado que vuestra Fe también os ha sido arrebatada.

Como en un hogar donde no hay control parental
Vosotros, hijos Míos, sois como en una casa donde no hay control paterno. Como niños mimados, se os proporcionan todas las comodidades materiales que anheláis sin tener que ganároslas. Se os proporciona comida, por la que no tenéis que trabajar. Todo lo que no te satisface se sustituye por otra novedad, otro estimulante. Sin embargo, nada satisface por mucho tiempo. Entonces se producen peleas entre los niños, cada uno tratando de controlar al otro para salirse con la suya. Entonces puede estallar la guerra física. Pero nadie manda y se hacen daño, a veces con graves consecuencias.

Así es como veo el mundo. Mis hijos son infelices, carentes de consuelo espiritual, pero se niegan a ser guiados por Mi Iglesia. Mi Iglesia hoy no puede controlar a una población tan revoltosa que no encuentra la devoción a Mí tan estimulante como las comodidades de la carne.

La guerra está destruyendo a la humanidad y la decadencia espiritual ha creado un vacío en el mundo, del que la mayoría de ustedes, a estas alturas, sienten los efectos en sus corazones. Nada es lo que parece. La gloria material brilla en el exterior, su luz atrae a los hambrientos de confort, pero detrás no hay más que oscuridad.

Yo Soy la Luz que falta en vuestras vidas solitarias, confusas y un tanto aterradoras. Esta es la razón por la que el tiempo está cerca para que Yo intervenga y me haga cargo. Ustedes, hijos Míos, deben dar la bienvenida a esto y prepararse para Mi gran Misericordia.

Debéis rezar por vuestros hermanos y hermanas y esperar con los brazos abiertos para acoger Mi intervención. Sed positivos. Tened esperanza. Confiad en que incluso los pecadores más empedernidos se sentirán aliviados ante el advenimiento de este Gran Acontecimiento, el más importante desde Mi Resurrección.

Tu amado Salvador
Jesucristo