La Verdad suele tratarse con extrema cautela y descarte absoluto

Mi querida y amada hija, ahora eres testigo de más detalles del dolor que sufrí durante Mi Crucifixión. Abandono. Rechazo. Aislamiento. Destitución por la burlona ola de las manos de la autoridad y especialmente de devotos seguidores Míos. Incluso Mis propios apóstoles me rechazaron en Mi momento de necesidad. Así que no debes sorprenderte de que esto te suceda a ti también.

También se te ha mostrado esta noche una visión de Mí de pie ante Mis verdugos a los que tuve que escuchar cuando sus viles mentiras me condenaron a Mí y a la Verdad de Mis Enseñanzas. Así también seréis tratados vosotros y Mis seguidores a manos de aquellos que no pueden aceptar la Verdad o que la encuentran desagradable.

La Verdad, hija Mía, suele ser tratada con extrema cautela, descartada de plano y considerada blasfema en ocasiones. Nunca temas, porque las Palabras que te doy no son más que la Verdad. Nunca debes tener miedo de publicar lo que te doy. ¿Por qué habría de darles falsedades? ¿Por qué trataría de socavar estos Mensajes permitiendo que una falsedad entrara en ellos en cualquier momento? Porque esto sería contrario a la Voluntad de Mi Padre. Ni siquiera a Satanás se le permitirá interferir en estos Mensajes, por mucho que lo intente.

A medida que estos Mensajes se hagan más intensos, serán objeto de muchos debates y burlas. Sin embargo, muchos se sentirán atraídos por ellos porque, por debajo de todo, no dejarán de ser movidos por el Espíritu Santo, que conmueve sus almas.

Con el tiempo, ellos, Mis hijos, Me agradecerán por ayudarles a arar a través del desorden de zarzas espinosas, que les bloquearán para alcanzar las puertas del Paraíso, porque sin Mi guía ahora, en este momento, estarían perdidos. No encontrarían la fuerza para ser llevados con seguridad a través de las Puertas del Nuevo Paraíso, la Nueva Era de Paz en la Tierra, que espera a todos aquellos que Me obedecen a Mí y a Mis Enseñanzas.

Tu amado Salvador y Maestro
Jesucristo