domingo, 11 septiembre 2011 19:15
Volume 1duelopedir ayudasolicitar la conversiónvacío soledadmiedodesesperaciónEucaristíamedios de comunicaciónriquezapaz en el almaa los ateosEl amor de DiosLa verdad de DiosMi querida y amada hija, cuando Mis hijos se sientan desesperados, asustados o solos diles que deben acudir a Mí. Nunca antes tantos de Mis hijos a través del mundo han sentido tal vacío en sus vidas. Sin dirección ellos se distraen más cuando son alimentados con una dieta de basura. Los medios de comunicación diarios les alimentan con historias, que muestran el mal presente en el mundo, con tantos países en agitación. Luego está la falta de alimento espiritual, y en su lugar, una dieta de mentiras cuando se les habla de las maravillas de las ambiciones mundanas. Todo ello, en caso de que lo consigas, te decepcionará. Luego, al esforzarte por alcanzar tales metas, estarás ansioso por llegar a esas alturas, de nuevo, te decepcionarás.
Recordad, Yo Soy vuestro Alimento, hijos. Sólo a través de Mí encontraréis verdadera paz, satisfacción y amor puro en vuestros corazones. No es posible obtener este tipo de paz en ningún otro lugar.
Volveos a Mí ahora, cada uno de vosotros que estáis sufriendo dolor en vuestros corazones. Dejad que Yo os sostenga y os consuele. Porque vosotros, hijos Míos, sois Mis almas perdidas, pero preciosas. Muchos de ustedes se han extraviado y no conocen el camino de regreso a Mi rebaño. Algunos de ustedes han escogido un rebaño diferente - un rebaño que no es Mío.
Escuchen Mi llamado, porque cuando escuchen Mi Voz en sus almas conocerán la Verdad. Yo Soy vuestro camino hacia Mi Padre Eterno. Recordad que muchos de vosotros, que dais diferentes nombres a Dios Padre Todopoderoso, podéis estar adorando al mismo Dios. Sólo hay un Dios. El tiempo está cerca ahora, para el momento en que Su Gloria será revelada al mundo. No importa cual sea tu interpretación, Dios Padre es Amor. Su Misericordia lo abarca todo. Ven; vuélvete a Él ahora, dondequiera que estés en el mundo. Él espera tu llamada.
Tu amado Salvador
Jesucristo