Hijos, no os desaniméis ante las historias de desesperación a las que se enfrenta la humanidad

Mi muy querida hija, hace días que no me comunico contigo. Esto fue para darte la oportunidad de escuchar el consejo de Mi amado Padre, Dios Altísimo, para ayudarte a comprender el papel del sufrimiento para salvar almas.

Los días se van acortando a medida que se acerca el momento del Aviso. Todo está preparado para las Llamas de Mi Amor, que envolverán al mundo entero como uno solo. Los ángeles, los coros en el Cielo esperan ahora el Día de Gloria cuando Yo regrese para dar al hombre su última oportunidad de aceptar Mi Existencia y la de Mi Padre Eterno.

Hijos, no se desanimen por rumores o historias de desesperación que enfrenta la humanidad, en cambio, mírenme ahora y confíen en Mí sus temores. La humanidad recibirá un maravilloso Regalo. No sólo el hombre Me encontrará, cara a cara, sino que estarán encantados de aprender y ver la Verdad presentada ante sus propios ojos.

Este será un gran día en la historia en el que la esperanza y el amor se mostrarán a todos vosotros. Incluso los pecadores empedernidos se postrarán y llorarán lágrimas de remordimiento. Esta es una buena noticia, hijos, porque todos pueden salvarse si abandonan su orgullo y su ego. Todos, por su propia voluntad, se unirán para permitirme entrar en sus corazones para que puedan ser guiados hacia la Luz.

Para muchos pecadores en pecado mortal, esta Luz les quemará los ojos y el alma. Será doloroso. Si tan sólo pueden soportar el susto de ver cómo Me ofenden, se harán fuertes y se convertirán.

Así que, hijos de Mi ejército, os digo ahora. Sonreíd, porque el acontecimiento será el más extraordinario de vuestras vidas y vuestro amor existente por Mí y por Mi Padre Eterno infundirá vuestra alma. Tanto amor se infiltrará en vuestras mentes, cuerpos y almas que seréis renovados en espíritu para siempre. Rezad ahora, por todos vosotros, porque el tiempo es corto. El mundo está siendo preparado ahora para La Advertencia para que todos estén listos para Mi gran Regalo.

Continuad, hijos míos, con devoción, este Mes de la Salvación de las Almas, pues a finales de agosto millones de almas se salvarán gracias a vuestros esfuerzos.

Recordad, hijos, Yo Estoy presente en vuestras vidas cada día. Observando. Guiando. Os amo a todos. Permanezcan leales a Mis deseos de salvar almas torturadas.

Jesucristo