jueves, 28 julio 2011 14:25
Nuestra Señora Protectoraalma de víctimasalvación de los pecadoresMadre de la SalvaciónHija mía, con gran alegría vengo a guiarte en tu misión de ayudar a mi amado Hijo Jesucristo a salvar aún más almas. Tu entrega final para ofrecer al Altísimo, Dios Padre, tu acuerdo de convertirte en un alma víctima es aceptada con gran alegría en los Cielos.
Tú, hija mía, vas a ayudar ahora a salvar a aquellas almas que, de otro modo, habrían sido destinadas a los pozos de la oscuridad. Esta ofrenda será recompensada con gracias especiales que te darán la fuerza para soportar las pruebas con mayor facilidad. Tu espíritu, hijo mío, se fortalecerá ahora de modo que los asuntos relacionados con el mundo materialista importarán poco a tus ojos.
Invócame siempre a mí, tu Madre y mentora, para que te lleve al Seno de mi precioso y amado Hijo, Jesucristo y Dios Altísimo. Reza ahora para prepararte adecuadamente para consagrarte debidamente a este importante reto.
Siempre te cubriré con mi Manto Santo y tú, mi dulce niña, siempre estarás cerca de mi Corazón.
Vuestra amada Madre
Reina de los Ángeles