El espíritu del mal es más poderoso que la voluntad del hombre.

Mi muy amada hija, mientras el Espíritu Santo impregna a través de estos Mensajes, Mi Palabra, como lo fue durante Mi Tiempo en la tierra, se esparce como un relámpago. La velocidad con la que el Espíritu Santo se esparce está más allá de la comprensión del hombre mortal. Y, como el Paráclito, a través del Poder de Dios, envuelve las almas de todos aquellos con humildad en sus corazones, el espíritu del mal le seguirá, dondequiera que esté Presente.

El espíritu del mal es más poderoso que la voluntad del hombre, pero es impotente contra los hijos de Dios, que ponen toda su confianza en Él. El espíritu del mal siempre tendrá un motivo y es engañar. Satanás, el gran engañador, usará el orgullo dentro del alma para convencer al hombre de que su razonamiento defectuoso puede dictar lo que es correcto o incorrecto. La víctima creerá que está en control de su propio destino y por lo tanto su fe, la poca que pueda tener, es secundaria.

La libertad de conciencia puede llevar a las almas débiles a rechazar la Existencia de Dios. Otras almas, que sí aceptan la Existencia de Dios, permitirán que sus opiniones personales dicten su propia interpretación de Quién es Dios y cómo responde Dios a los pecadores. De cualquier manera, rechazarán la Autoridad de Dios en favor de lo que ellos quieren creer. Su orgullo les llevará a la perdición.

El diablo es muy astuto y dirá a tales almas 'haz lo que te dicte tu conciencia' y las convencerá de dar prioridad a la Palabra de Dios. Oh, qué fácilmente manipulable es el hombre, que a causa del pecado cae presa de tal engaño. Venid, os digo, ¿quiénes sois vosotros para decidir que sabéis más de Mí que lo que Yo os he enseñado? Mis Enseñanzas son claras, precisas y nunca vacilan. Si no puedes confiar en la Palabra de Dios, entonces no puedes amarle de verdad. Es por tu propio libre albedrío que eliges qué creer. Pero el hombre que retuerce la Palabra de Dios, para que encaje perfectamente en su propia opinión de Mi Palabra y se adapte a sus propias necesidades, es el hombre que sucumbirá a la tentación del maligno.

Dondequiera que se sostenga Mi Palabra, el diablo rondará esperando devorar a las almas que valoran sus propios puntos de vista y opiniones por encima de la Palabra de Dios. Todo hombre que permanezca firme a la Verdad se enfrentará a terribles pruebas por parte del engañador, que nunca cesará en sus esfuerzos por desviarle del camino. Así, dondequiera que el Espíritu Santo extienda Sus Alas, el espíritu del mal le seguirá a cada paso. Implacable, frustrado y decidido, atormentará a aquellas almas que han sido bendecidas por el Poder del Espíritu Santo.

No encontrarás al espíritu del mal tratando de manipular las almas que ya ha ganado, porque no tiene necesidad de ellas. Un hombre que Me ama y sigue la Palabra de Dios es vulnerable, pues es el premio más codiciado. Sin embargo, nunca debéis creer que sois lo suficientemente fuertes como para resistir tales ataques a vuestra fe, porque cada uno de vosotros es un pecador. Y como pecadores, a menos que limpiéis vuestras almas a través de la reconciliación de forma regular, vosotros también Me traicionaréis porque no seréis lo suficientemente fuertes por vosotros mismos para resistir la presión de negarme de otra manera.

Nunca olvides lo que te advertí. Estás en medio de la mayor batalla espiritual de todos los tiempos. Sólo los más aptos, los más fuertes y las almas más puras sobrevivirán a ella.

Tu Jesús