El humanismo es una afrenta a Dios

Mi muy querida hija, no os preocupéis por el espíritu del mal, que corrompe el mundo. Dejádmelo todo a Mí. Porque mientras Me améis, Me reverenciéis y améis a los demás, según Mi Santa Voluntad, Yo os protegeré del dolor de todas las cosas que están contra Mí.

El peor dolor que tendréis que soportar será el de ser testigos de los llamados actos de caridad y preocupaciones humanitarias a escala global, que enmascararán las verdaderas intenciones de Mis enemigos. Sabréis, dentro de vuestros corazones, que el engañador está trabajando. Cuando el mundo secular y aquellos que dicen representarme hablan de política, de actos humanitarios pero fallan en proclamar la importancia de preservar la vida humana, a toda costa, entonces sepan que esto no es lo que Yo deseo. Si aquellos que dicen representarme no hablan con la misma pasión sobre el mal del aborto, como lo hacen sobre otros actos contra la humanidad, entonces sé consciente de que algo está mal.

Mi Padre castigará a todos aquellos que asesinen a Sus hijos, incluyendo a los niños que aún están siendo alimentados en el vientre materno esperando nacer. Los autores de tales crímenes sufrirán un terrible castigo a menos que se arrepientan de sus pecados contra Él. Aquellos que son de Mí y que representan a Mi Iglesia en la tierra han fallado en proclamar la Verdad. El asesinato, incluyendo el aborto, es uno de los mayores pecados contra Dios. Se necesita un extraordinario acto de contrición para ser absuelto de tal pecado. ¿Por qué entonces Mi Iglesia no lucha con vigor contra este pecado - uno de los actos más abominables de desafío contra Mi Padre? ¿Por qué te distraen de reconocer el más grave de los pecados mientras predican sobre la importancia de los actos humanitarios?

El humanismo es una afrenta a Dios porque se centra en las necesidades del hombre y no en la necesidad de arrepentirse del pecado ante el Creador de todo lo que es. Si ignoras los pecados mortales, claramente definidos en las Leyes establecidas por Dios, que conducen a la condenación eterna, entonces ninguna compasión por los derechos civiles de la raza humana expiará esos pecados.

Si crees en Mí, y si Me sirves, entonces debes hablar sólo de la Verdad. La Verdad es que el pecado es tu mayor enemigo - no aquellos que te persiguen. El pecado mortal, si no te arrepientes, te llevará al Infierno. Si estás en pecado mortal y pasas tiempo apoyando grandes actos de caridad y obras humanitarias, y no te arrepientes, entonces tu alma se perderá.

Recuerda la Verdad. No te dejes engañar por palabrería, actos u obras de caridad cuando la tarea más importante es combatir el pecado mortal. El siervo sagrado Mío que se niega a recordarte las consecuencias del pecado mortal no comprende su misión al servirme. No se puede barrer el pecado bajo tierra, fuera de la vista, como si no existiera. Ninguna cantidad de empatía con la gente que es perseguida en Mi Nombre, compensará el hecho de que los pecadores no se reconcilien Conmigo, Jesucristo, para el perdón de los pecados.

Tu Jesús