Aquellos que entregaron su primogenitura a la bestia, nunca vendrán ante Mí

Mi querida y amada hija, es a través de los débiles, los vulnerables, los solitarios y los humildes que Yo manifiesto Mi Divinidad. Mi Poder barre a través de tales almas en Mi Santa Voluntad y, es a través de ellas, que puedo lograr Mi Plan para la salvación de la humanidad.

Cuando aquellos que han sido llamados por Mí, para proclamar Mi Santa Palabra, son desviados de las obras Santas debido al pecado del orgullo, ellos tratan de definir Mi Palabra con un respeto exagerado por su propio intelecto humano. Olvidan que, seguirme, ya ha sido establecido y que es Mi Santa Palabra la que debe ser escuchada, y no el sonido de sus propias voces. Es a través del pecado de la lujuria que desecharán Mi Palabra, en su ambiciosa búsqueda de eclipsarme y buscar la glorificación. Es a través del pecado de la pereza, debido a la pereza, que serán culpables de la última traición, cuando fallen en permanecer leales a Mí debido a la falta de fe y coraje.

Y así será en el camino final hacia Mi Segunda Venida que aquellos que creen que son más dignos, más calificados pero llenos de orgullo, enfrentarán una amarga reprimenda y caerán. Los débiles, los humildes y los humillados que son considerados por los seguidores de Mi Iglesia como de poca importancia, pero que se aferrarán a la Verdad, que serán envueltos por Mí en el Gran Día. Los llamaré y los atraeré hacia Mí mientras los reúno en Mi Reino. Llorarán lágrimas de alegría.

Entonces reuniré a aquellos que no Me conocen, pero que serán despertados por Mi Luz -almas buenas, con corazones de oro- y diré 'venid aquí arriba a Mi Refugio' Y entonces, los pecadores que cometieron terribles atrocidades, pero que Me pidieron Mi Misericordia, serán llamados y diré 'venid, os perdono porque buscasteis la reconciliación'.

Y entonces, esos traidores Míos, que una vez Me conocieron, pero que Me dieron la espalda, vendrán pero no serán capaces de mirarme a los Ojos. Tampoco buscarán Mi Misericordia y Yo les diré 'aléjate de Mí, no eres apto para entrar en Mi Reino.'

Finalmente aquellos que entregaron su primogenitura a la bestia, nunca vendrán ante Mí porque serán arrojados al horno junto con aquellos que Me perdieron las almas de aquellos en Mi Iglesia en la tierra, que los siguieron ciegamente en la oscuridad de la noche.

Entonces todo habrá terminado y, en una fracción de segundo, un nuevo comienzo: un nuevo mundo en la Tierra, tal y como debía ser. Un mundo sin fin.

Tu Jesús