Madre de la Salvación: si no pedís, ¿cómo podrá ayudaros mi Hijo?

Mis queridos hijos, en los momentos de dolor y angustia siempre debéis recurrir a mí, vuestra Madre, para que os ayude a aliviar vuestras preocupaciones, por difíciles que sean vuestras circunstancias.

Recuerda que cuando presento a mi Hijo tu petición especial, si se trata de una súplica por la salvación de tu alma, o la de otra persona, Él siempre responderá a mis súplicas. Si es para pedir una bendición especial o una curación, entonces siempre intervendré en tu favor. Ninguna petición será ignorada y si es la Voluntad de Dios tus oraciones serán respondidas. No hay un alma en la tierra que no pueda pedir la ayuda de mi Hijo, si le ruega por su salvación.

Mi Hijo hará concesiones especiales por cada alma por la que reces. Su Misericordia es grande, Su Amor insondable. Nunca temáis acercaros a Él para pedirle Su Misericordia. La oración, mis queridos hijos, es un medio muy poderoso para ganar la Misericordia de Dios. Ninguna oración es ignorada. Pero, si no pedís, ¿cómo puede ayudaros mi Hijo?

Reza, reza, reza con tus propias palabras, porque Dios nunca dejará de responderte.

Tu querida Madre

Madre de la Salvación