Tu vida en la tierra es una prueba de tu amor por Mí

Mi querida y amada hija, es natural que la gente tema lo desconocido y es por esto que temen a la muerte. La muerte es una de las cosas más aterradoras en las mentes del hombre porque muchos están ciegos a Mi Promesa de Vida Eterna. Si ellos fueran testigos de Mi Reino Glorioso entonces la muerte no tendría poder sobre ellos.

Yo acojo a todas las almas en Mi Reino. No reservo un lugar sólo para los santos y los elegidos, aunque hay un lugar especial en Mi Reino para ellos. Acojo a todos los pecadores, incluso a los que han cometido pecados terribles, porque Yo Soy ante todo un Dios de Gran Amor. Daré la bienvenida a cualquiera que clame a Mí en reconciliación y remordimiento. Una vez que esto suceda, antes del punto de la muerte, cada alma será saludada por Mí y Yo la abrazaré.

La única barrera entre el alma de un hombre y Mi Reino es el pecado de orgullo. El hombre orgulloso, aunque se avergüence de su pecado, siempre se esforzará por justificarlo de alguna manera. Yo le digo ahora. Dos errores no hacen correcto un acto malvado. El hombre orgulloso perderá demasiado tiempo reflexionando sobre si necesita o no ser redimido por Mí. Pero la muerte puede llegar en un instante y cuando menos se espera. El hombre libre de orgullo se postrará ante Mí y me suplicará que le perdone y será exaltado.

No temas a la muerte, pues es una puerta que conduce a Mi Reino. Sólo te pido que te prepares para ese día viviendo la vida como te he enseñado. No te pido que dejes todas tus responsabilidades cotidianas. Tenéis un deber para con los demás; nunca debéis sentir que debéis aislaros de vuestros seres queridos cuando me sigáis. Deseo que améis a vuestras familias y a vuestros amigos y que les dediquéis el tiempo necesario para que ese amor se exprese abiertamente entre vosotros. Amad a todos como Yo os amo. Esto lo hacéis en la forma en que tratáis a la gente; en el tiempo que pasáis viviendo en armonía con los demás; en lo que decís de ellos a los demás y en cómo ayudáis a los que no pueden ayudarse a sí mismos. Tu vida en la tierra es una prueba de tu amor por Mí. Muestras tu amor por Mí por el amor que muestras por los demás, incluso por aquellos que te maldicen.

Es importante, siempre, hablar Conmigo diariamente, aunque sea por unos minutos. Es durante este tiempo que Yo te Bendigo. Por favor, nunca permitas que el miedo al nuevo mundo te anime a abandonar a aquellos que están cerca de ti. Debes centrarte en Mí, y cuando lo hagas encontrarás la paz. Debes entonces llevar este Regalo de paz a tus seres queridos. Sin embargo, debes saber que sufrirás a causa de tu amor por Mí y experimentarás el odio de los demás. Para elevarte por encima de este odio debes responder sólo con amor. Siempre.

Te traigo la libertad de las ataduras de la muerte y no tendrá ningún control sobre ti. A causa de Mi Resurrección volverás a ser completo, en cuerpo y alma perfectos, en Mi Nuevo Reino . ¿Qué hay que temer si te traigo este Regalo de Vida Eterna?

Tu amado Jesús