sábado, 8 noviembre 2014 17:05
Volume 5alegríafelicidadCruzada Oracionesoración de misericordiael Libro de la Verdada los que no creen en los Mensajesel Libro de DanielhumildadMadre de la Salvaciónsobre esta MisiónodioApocalipsisDivina MisericordiaLa verdad de DiosMi querido hijo, hoy es un día especial, ya que el Cielo celebra el aniversario de mi primer mensaje que te di como mensajero de Dios. Hoy vengo a traerte la noticia de que muchos millones de personas se convertirán gracias a esta misión.
Yo di al mundo al Mesías, como humilde sierva elegida del Señor. Se me dio un papel muy especial en Su Plan para salvar a todos Sus hijos y hoy, en mi papel de Madre de la Salvación, llamo a todos Sus hijos.
Nunca debéis rechazar los intentos de Dios de traeros la Verdad. Él, Mi Padre Eterno, ama a todos y esta misión fue predicha. Él trae al mundo los secretos contenidos en las profecías dadas a Daniel y luego a Su discípulo elegido Juan el Evangelista. El Libro de la Verdad está contenido en la Revelación Pública y es importante que no rechaces este Libro Sagrado.
Muchas personas, a través de estos mensajes, ya se han convertido y es debido a esta misión que a gran parte de la humanidad se le mostrará la Misericordia de Dios. No rechacéis Su Generosidad porque es Su mayor deseo reunir a la raza humana en el nuevo mundo venidero.
Cuando mi Hijo resucitó de entre los muertos este fue un mensaje para el mundo. Como mi Hijo, aquellos que permanezcan fieles a Él resucitarán tanto en cuerpo como en alma en el último día. Nadie, que pida Su Misericordia, será dejado atrás. Tristemente, aquellos que luchan contra Dios, debido a su terquedad y odio pueden interferir con Su Búsqueda de unir a todos Sus hijos.
Agradece la Misericordia de Dios. Sean agradecidos por las Oraciones de la Cruzada, porque traen consigo grandes Bendiciones. Les pido que me permitan a mí, su amada Madre, llenar sus corazones de alegría. Debéis permitir que la felicidad, que sólo puede venir como un Regalo de Dios, inunde vuestras almas en el conocimiento de lo que está por venir. Mi Hijo vendrá pronto a reclamar el Reino, que le pertenece. El Nuevo Reino, cuando emerja de las cenizas humeantes, traerá a todos y cada uno de vosotros gran alegría y felicidad. Porque entonces habréis llegado a casa, a los brazos acogedores del Rey, el Mesías, que hizo un gran sacrificio por vuestra salvación.
Por favor, acepta este gran Regalo. No permitas que esas almas, cuyos corazones están llenos de odio, te alejen de la Verdad. Sin la Verdad no puede haber vida.
Id, mis queridos hijos, y pedidme que os proteja siempre porque es mi misión llevaros por el difícil camino hacia el Trono de mi precioso Hijo, Jesucristo.
Tu madre
Madre de la Salvación