jueves, 6 noviembre 2014 17:40
Volume 5depuraciónángelesrelámpagosoración de misericordiatraiciónalbañileríaal clerocastigo de Diosadvertencia del InfiernoLa ira de DiosMi muy querida y amada hija, ha llegado el tiempo para que Mi Padre Eterno limpie de la faz de la tierra, la mancha, que arroja oscuridad sobre las almas del hombre. Él castigará a los malvados y tomará en Sus Santos Brazos a aquellos que sostienen la Verdadera Palabra de Dios. Sus ángeles surgirán, en una gran tempestad, y con poderosas guadañas cortarán de raíz la enfermedad, que asola las almas de los hombres, para que el mundo pueda quedar limpio de nuevo.
Tened miedo de la Ira de Dios, porque cuando Él sea impulsado a tal furia, los hombres temblarán de miedo. Quienes creen que Dios no castiga a los malvados no Le conocen. Sus voces, altas y orgullosas, que llenan la tierra de falsedades, y aquellos que se consideran dignos de gran favor, a los Ojos de Mi Padre, pero que maldicen a los mansos de entre Mi pueblo, serán arrancados de la tierra y se enfrentarán al mayor castigo derramado sobre la humanidad desde el gran diluvio.
Los ángeles de Dios descenderán y, con la guadaña en la mano derecha, separarán la paja del trigo. Los que maldicen a Dios serán silenciados; los que profanan al Hijo del Hombre serán silenciados; los que profanan Su Cuerpo vagarán confundidos, perdidos y desconcertados, antes de ser sumidos en el desierto.
El Amor de Dios no ha sido correspondido y Su Misericordia ya ha sido declinada. Las almas ingratas, cuyos ojos están puestos firmemente en sus propios placeres -y en su determinación de llevar a cabo actos en confrontación directa con la Voluntad del Señor- sentirán el dolor del castigo de Dios. Como un relámpago, se derramará, como una gran tempestad, una gran conmoción de la tierra, que se dejará sentir en todas las partes del mundo.
Aquellos que conocen la Verdad no tendrán miedo, porque serán testigos voluntarios de las promesas establecidas en las Sagradas Escrituras, en cuanto a la Gran Tribulación por venir. Aquellos que han cortado a Dios de sus vidas - como si cortaran un miembro de sus propios cuerpos - no sabrán de las consecuencias de maldecir a Dios, hasta que sea demasiado tarde.
Tú, que Me has traicionado, serás el que más sufra. Tú, que has tirado piedras a los demás, creyendo erróneamente que Me representas, no tendrás a nadie a quien recurrir. Porque dondequiera que intentéis esconderos, seréis encontrados desnudos sin nada que oculte vuestra vergüenza. Os digo esto, porque la paciencia de Mi Padre se ha agotado y en el campo de batalla surgirán dos ejércitos: los que están por Mí y los que están contra Mí.
Rezad por la Misericordia de Dios. Y a aquellos que azotan Mi Cuerpo sepan esto. Ustedes pueden creer que Yo puedo ser borrado de Mi Casa pero, eso sería un grave error de su parte.
Lejos de Mí, porque no me pertenecéis. Vuestra maldad será vuestra perdición y a través de vuestra lealtad al maligno, os habéis apartado de Mi Glorioso Reino.
Tu Jesús