miércoles, 1 octubre 2014 21:15
Volume 5lucha contra el pecadosalvación de los pecadoresCrucificciónsinoración por los pecadoresal cleroadvertencia del InfiernoLa estancia de Jesús en la TierraLa verdad de DiosMandamientos de DiosMi querida y amada hija, la traición a Mí, Jesucristo, el Hijo del Hombre, es rampante entre aquellos que dicen servirme. Incluso aquellos que dicen ser Mis leales sirvientes Me han abandonado y su fe no es más que un destello de su estado anterior. Lo que comenzó con un amor y compasión por Mí, se ha reducido a una fracción de lo que era antes y esto ha sido causado por muchas cosas.
Tanto desdén por Mi Iglesia surgió debido a las almas caídas dentro de ella que fueron conducidas a graves pecados. Muchos inocentes siervos sagrados Míos sufrieron a causa de los pecados de otros, y esto les trajo gran vergüenza. Entonces, cuando las Leyes de Dios fueron dejadas de lado y apenas se habló de ellas, muchos olvidaron que los Mandamientos de Dios tenían que ser mantenidos a toda costa. Si Mis siervos sagrados dejaron de predicar la Verdad, y desestimaron la importancia de abordar la existencia del pecado, ¿cómo podrían entonces los hijos de Dios ser más sabios? Mis siervos sagrados tienen el deber moral de defender la Palabra de Dios y advertir a los hijos de Dios sobre el peligro del pecado. Pero esto, han decidido no hacerlo. Muchos tienen miedo de predicar la Verdad por temor a ser perseguidos por aquellos que los culparán por los pecados de otros.
Durante Mi tiempo en la tierra nunca dudé en predicar sobre el castigo al que se enfrentará el hombre si no busca el perdón de Dios por sus pecados. El miedo al castigo de Dios no debe ser la razón para evitar el pecado, sino sólo para que tú, el pecador, puedas salvarte. El pecado es algo con lo que tienes que vivir, pero nunca debes aceptarlo. Debéis luchar contra él porque Yo deseo salvar vuestras almas. ¿Por qué no querría salvar vuestras almas, cueste lo que cueste? ¿Acaso no sufrí por vosotros y morí una muerte agonizante en la Cruz para que pudierais ser redimidos a los Ojos de Dios? ¿Por qué entonces Mis siervos sagrados no predican sobre la absoluta necesidad de buscar la vida eterna? Si no buscáis la Vida Eterna, no la encontraréis.
Es el deber de todos aquellos que Me sirven ayudar a salvar al hombre de la condenación eterna. La Verdad ha estado oculta durante tanto tiempo que muchas almas, debido a su complacencia, se han perdido para Mí. Sabed que enviaré a Mis Ángeles en el último día y que el hombre será dividido en dos mitades: los que han cometido atrocidades y los que son de Mí. Les pido, Mis siervos sagrados, que digan la Verdad porque si no lo hacen, entonces Me perderán muchas almas y por eso nunca los perdonaré.
O sirves a Dios, o cedes a la locura de los hombres.
Tu Jesús