sábado, 27 septiembre 2014 19:20
Volume 5debilidad del ser humanovacío del almaobjetivo de Satanásesfuérzate por ser Santooscuridad en un almaconsecuencias del pecadodolor del salvadorpedir perdónaceptación del pecadoConfesiónsinnaturaleza del pecadola esclavitud del pecadoMandamientos de Diosel mundo de hoyMis queridos hijos, qué desconsolado estoy en estos tiempos terribles, cuando el hombre se ha levantado para desafiar a Dios de tantas maneras.
Las leyes de Dios se incumplen en todo el mundo porque ya no se reconoce que el pecado es malo. En cambio, se justifica en cada oportunidad, de modo que el hombre ya no puede diferenciar entre el bien y el mal. Cuando abrazas el pecado, en todas sus formas, y declaras que no tiene consecuencias, entonces nunca estarás satisfecho. El pecado, una vez que es visto como una mera falta humana, conducirá a pecados mayores y más graves hasta que, finalmente, conducirá a una oscuridad del espíritu y a la separación de Dios. Esto dejará un vacío en tu alma, que traerá una forma de desdicha, de la que es difícil salir.
La oscuridad viene del espíritu del mal. La luz viene de Dios. El pecado trae oscuridad y, a menos que reconozcas el pecado, y busques la reconciliación, crecerá y supurará hasta que estrangule el espíritu. Nada en este mundo traerá, ni puede traer, al alma el alivio que anhela. Sólo la reconciliación entre el alma y Dios puede liberarla de este estrangulamiento.
El pecado es un hecho. Existe y seguirá existiendo hasta la Segunda Venida de Cristo. Los hijos de Dios, que entienden los Diez Mandamientos, establecidos por Él, sabrán que el hombre debe pedir perdón a Dios cada vez que peca. No importa que busque a Dios y suplique Su Perdón repetidamente, porque ésta es la única manera de permanecer en unión con Él. De esta manera, recibirá muchas Gracias y madurará y habitará en la Luz de Dios.
El hombre debe aceptar su debilidad por la existencia del pecado. Debe aceptar que el pecado puede separarle de Dios. Cuando no acepta este hecho, está diciendo que es igual a Dios. Sin creer en la existencia del pecado el hombre no puede servir a Dios. Es entonces cuando la separación entre el alma y la de su Creador se hace más amplia hasta que no hay comunicación entre el hombre y Dios.
Es el deseo de Satanás capturar almas e impedir su salvación. Hasta que el hombre no acepte la importancia de reconocer las Leyes de Dios, lo negará.
Tu querida Madre
Madre de la Salvación