Mi querida hija, se ha predicho que surgirán muchos falsos profetas y que, durante este tiempo, difundirán falsedades sobre la Palabra de Dios.
Se levantarán en cientos de miles y serán respaldados por aquellos que dicen representar a los siervos de mi Hijo. Ellos predicaran tanto en pequeños como en grandes grupos y ustedes los conoceran por las falsas profecias que ellos revelaran al mundo. Serán vistos como gente muy santa, y algunos dirán que tienen grandes poderes curativos tanto de la carne como del espíritu. Algunos vestirán ropas de hombres santos y promoverán un nuevo misal, que se desviará de la Verdad. Mucha gente estará confundida por sus enseñanzas, ya que mezclarán sus falsas afirmaciones con parte de la Verdad. Uno de sus objetivos será ser vistos preparando al mundo para la Segunda Venida de Cristo y crearán una gran expectación por este acontecimiento entre los seguidores de mi Hijo. Pero, no será a mi Hijo, Jesucristo, a quien estarán preparando para dar la bienvenida a los hijos de Dios. No. Será el anticristo.
Graves errores, serán revelados por ellos en relación con el Libro del Apocalipsis, ya que tergiversarán el contenido de este Libro Sagrado. Pocos sabrán que están siendo alimentados con mentiras y la mayor falsedad, que proclamarán, será ésta. Dirán que Jesucristo, el Hijo del Hombre, se dará a conocer pronto en el mundo. Que Él vendrá en la carne. Que caminará entre su pueblo y que lo resucitará en el último día. Esto nunca podría suceder porque mi Hijo, que vino en la carne, la primera vez, a través de Su Nacimiento, nunca vendrá en la carne en Su Segunda Venida.
Guardaos del hombre, que se declara Hijo del Hombre, que os llama a él, porque no será de Dios. Mi Hijo vendrá en las nubes, así como dejó la tierra durante su Ascensión al Cielo, así será también en el último día.
