No temas estos acontecimientos, ya que pasarán rápidamente.

Mi querida y amada hija, muchos actos malvados contra la humanidad, están listos para ser desatados por esas sectas secretas, sobre las que advertí a Mis seguidores.

Debes permanecer vigilante en todo momento y cuestionar todo lo que pueda parecer inusual. Recuerda lo que te he dicho y mantén tus ojos fijos en Mí en todo momento. Dedica al menos una hora al día a la oración para que el impacto de tales pruebas pueda reducirse y, en algunos casos, erradicarse. No temas estos acontecimientos, pues pasarán rápidamente y pronto vendré a poner fin a todo sufrimiento.

Mis amados seguidores, por favor presten atención a Mis Advertencias. No las ignoréis. Cuando estéis preparados para tales acontecimientos, y cuando pongáis toda vuestra confianza en Mi Misericordia, Yo os traeré consuelo y os liberaré de vuestra angustia. Todo irá bien, pero sabed esto. Durante la gran batalla, aquellas almas que Yo llamo, para que Me asistan, lucharán. Cada una de ellas encontrará difícil confiar en Mí, en esta Misión o en ti, Mi amada hija. Ni por un segundo el rey de la mentira, el maligno, se detendrá en su búsqueda para destruir esta Misión Mía. Cada vil mentira será esparcida para desanimar a las almas de escuchar Mi Voz. Muchos permitirán que las dudas los detengan de llevar a cabo Mis Instrucciones, pero nada que ellos puedan hacer, impedirá la Intervención de Dios, el Padre Eterno, de salvar a Sus hijos.

Cada uno de ustedes debe entender, claramente, que soy Yo, su Jesús, Quien es la Mano Guiadora en todo lo que se hace para difundir Mi Palabra y proveer los Dones, que el Cielo lega al mundo, durante estos tiempos difíciles. El poder del hombre es fuerte cuando se utiliza para difundir el mal y desafiar la Palabra de Dios. Pero el poder del hombre, cuando Dios le proporciona el Don del Espíritu Santo, no puede ser superado. No permitas que Mi Obra sea mancillada; profanada por rumores malvados o viles chismes porque soy Yo, tu Jesús, quien es traicionado no las almas que he escogido para proclamar Mi Santa Palabra.

Tu Jesús