No te separes de Mí. Si lo haces, habrá gran llanto

Mi querida y amada hija, que se sepa que la muerte no tiene poder sobre aquellos Míos, cuya fe los ha sostenido hasta su último aliento. Estas almas no tienen miedo de la muerte física porque saben que la Vida Eterna comienza en ese momento. Yo espero a estas almas con los brazos abiertos y ellas corren como niños hacia la Luz de Mi Amor. Yo las abrazo y las llevo a Mi Reino, esperando a todas y cada una de esas almas en presencia de la Jerarquía de los Ángeles y de todos los santos - entonces tiene lugar un gran regocijo.

Los reúno con sus familias y hay mucha alegría, amor y emoción. Ya no hay lágrimas. No quedan recuerdos de los sufrimientos que padecieron en la tierra. Todas las preocupaciones, la tristeza y la desesperación son borradas y olvidadas, en un instante. La muerte abre la puerta para aquellos que mueren en estado de Gracia cuando comienza una nueva vida. Para cada alma que es bienvenida a Mi Reino, hay diferentes niveles, y a cada uno se le concede su recompensa, basada en la Gloria, que han dado a Dios.

Para las almas que mueren en estado de pecado, sepan que Yo Soy Todo Misericordioso y, después de su purificación, serán bienvenidas a Mi Reino. Rezad siempre por tales almas porque ellas no pueden rezar por sí mismas en esa etapa. Sus oraciones serán escuchadas y Yo esperaré a estas almas con brazos abiertos y amorosos. Es importante que cada hijo de Dios entienda una cosa importante sobre la vida después de la muerte. Debes pedirme a Mí, Tu Jesús, que te perdone; tus faltas; tus debilidades y tus iniquidades, antes de morir, porque es entonces cuando Mi Misericordia es máxima. Si no crees en Dios, rechazas la Vida Eterna. Sin amor a Dios, el amor no puede ser tuyo después de la muerte. Yo Soy el Amor y sin Mí, no sentirás más que dolor. La separación de Dios es de temer. Si te sientes confundido acerca de Mi Existencia, entonces simplemente debes pedirme que te muestre una señal de Mi Amor, y Yo responderé.

No te separes de Mí. Si lo haces, habrá gran llanto y nunca podrás ser consolado, porque Yo seré incapaz de ayudarte. Mi Reino te dará la Vida Eterna pero debes pedirme Mi Ayuda recitando esta oración.

Oración de cruzada (165) Por el don de la vida eterna

Jesús ayúdame a creer en Tu Existencia.

Dame una señal para que mi corazón pueda responderte.

Llena mi alma vacía con la Gracia que necesito para abrir mi mente y mi corazón a Tu Amor.

Ten Misericordia de mí, y limpia mi alma de toda maldad, que he cometido en mi vida.

Perdóname por rechazarte, pero por favor lléname del amor que necesito, para ser hecho digno de la Vida Eterna.

Ayúdame a conocerte, a ver Tu Presencia en otras personas y lléname de la Gracia de reconocer el Signo de Dios

en cada hermoso Don que Tú has dado a la raza humana.

Ayúdame a comprender Tus Caminos y sálvame de la separación y del dolor de la oscuridad que siento en mi alma. Amén.

No permitas que el orgullo humano, el análisis intelectual o la opinión te desvíen de la Verdad. Como hijo de Dios eres muy valioso para Mí. No permitas que te pierda. Ven. Yo Estoy Aquí. Soy Real. Déjame llenar tu alma con Mi Presencia. Una vez que eso suceda encontrarás difícil ignorarme.

Os quiero a todos. Os bendigo. Espero vuestra respuesta.

Tu Jesús