Dios Padre: Enjugaré tus lágrimas; uniré al mundo y traeré la paz

Mi queridísima hija, ¿conoce verdaderamente el hombre el alcance de Mi Amor por Mis hijos? ¿Sabe él que con el amor puede venir un terrible dolor? El amor que es puro puede crear un gran dolor cuando este amor es repudiado.

Amo a Mis hijos, Mi Creación, Mi Carne y Sangre. Por eso siento un gran dolor por la forma en que el pecado ha creado la separación entre Mis hijos y Yo, su Padre Eterno. Lloro cuando veo el odio, que puede enconarse en sus corazones el uno por el otro. Lloro cuando soy testigo de los pecados de lujuria, celos, orgullo, avaricia y su deseo de superarse unos a otros y el dolor y la angustia, que se infligen unos a otros.

Cuando Me quitan la Vida que Yo legué al hombre, Mi Dolor es tan grande que grito, con tal angustia, que el Cielo entero derrama lágrimas de dolor Conmigo. Mi Tiempo es pronto y cuando oigáis que las guerras; las pestes; el hambre y los terremotos aumentan con frecuencia, sabed entonces que ésa será la hora en que Yo diga ¡basta!

Desterraré a los malvados en un suspiro, a los asesinos con un susurro y a Mis enemigos en un abrir y cerrar de ojos. Entonces, declararé la hora, el tiempo para que Mi Hijo reclame Su Reino legítimo.

Yo enjugaré vuestras lágrimas; uniré al mundo y traeré la paz; desterraré a aquellos que persiguieron a Mis hijos y traeré, a la Luz de Mi Reino, a aquellos que sufrieron en Mi Nombre, porque ellos serán exaltados en Mi Nuevo Reino en la tierra.

Preparen a Mis hijos para la vida alegre en Mi Nuevo Paraíso será suyo pronto. El sufrimiento en esta tierra se extinguirá y las lágrimas de tristeza serán reemplazadas por lágrimas de alegría. Esa es Mi Promesa. Así que cuando sientan que no pueden aguantar más sepan que el tiempo está cerca para que la Nueva Era amanezca.

Tu Padre Eterno

Dios Altísimo