sábado, 23 agosto 2014 20:00
Volume 5declive de la feinmoralidad sexualodio a Diosángelescambios en la Iglesiaoración adicionalhambreUna religión mundialalmas víctimasaceptación del pecadopecados de la carnesinasesinatointeligenciaarroganciaorgullofalsa doctrinaodioArmageddonguerrasa los que han aceptado el Selloenfermedadesa los perseguidosMi muy querida y amada hija, dos signos se harán aparentes cuando la multitud de almas elegidas se levanten para asistirme en reclamar Mi Reino en la tierra. El primer signo se refiere a la altivez de las almas en Mi Iglesia en la tierra, donde el razonamiento humano, la inteligencia y la ambición destruirán la verdadera fe de Mis siervos sagrados. El orgullo y la arrogancia, junto con un anhelo innato de experimentar una fe más profunda, que siempre estará más allá de su alcance, dará lugar a una falsa iglesia de la oscuridad. Producirá una jerarquía elevada, que engendrará falsedades y una fe estéril.
El segundo signo se refiere a los cuerpos humildes, cuando el cuerpo humano - un Don sagrado de Dios - se reducirá a un mero vehículo utilizado para el adorno mundano, donde no se le mostrará ningún respeto. La falta de moralidad resultará en una falta de respeto por el cuerpo humano, incluyendo el abuso del cuerpo donde es usado como un medio para participar en graves actos de pecados de la carne. La falta de respeto por la vida humana también significará que el asesinato se volverá tan común que muchos, eventualmente, se volverán completamente inmunes al horror de la muerte física a manos de hombres malvados.
La purificación del hombre continúa, pues sin el sufrimiento de las almas dispuestas, muchas personas estarían perdidas. Sólo entonces, cuando todas las cosas parezcan insoportables, aquellos con el Sello del Dios Viviente, recibirán el alivio de sus sufrimientos que asolarán a la humanidad, incluyendo el pecado, las guerras, el hambre y la enfermedad. Nunca debes ignorar las guerras -por pequeñas que sean- porque se extenderán. Nunca ignoréis la falta de verdadera fe en Mi Iglesia, porque también se extenderá. Nunca ignoréis el odio entre las naciones, que utilizan la religión como medio para infundir terror entre sus enemigos, porque esto también se extenderá para devorar las almas de los que Me aman. Nunca ignores el odio a los videntes de Dios o a los profetas elegidos, porque si odian a estas almas, entonces Me odian a Mí. No debes permitir que sus malvadas lenguas te tienten a unirte a ellos en sus viles intentos de ahogar el sonido de Mi Voz. Si lo haces, entonces tú también estarás tan infestado como ellos.
Y, mientras todos estos disturbios tienen lugar, Yo armaré a Mis Ángeles y elegidos para hacer batalla con aquellos que Me denuncian. Entonces, así como el mundo pierde cada onza de dignidad conocida por el hombre, la bestia abrirá el abismo y entonces cada enemigo de Dios se infiltrará en Mi Iglesia. Pero será según la voluntad del hombre, si está dispuesto o no, a soportar tales injusticias.
Aquellos que se levanten y defiendan la Voluntad de Dios serán colmados de grandes Gracias y, por su fe, expiarán los pecados de aquellos demasiado obstinados o temerosos para resistir todo lo que contradice la Palabra de Dios. Cuando todas las atrocidades del mal aumenten y cuando el hombre se dé cuenta de que no tiene la capacidad de combatir o controlar tal maldad, debe volverse hacia Mí y decir:
"Jesús, líbranos a nosotros, pecadores indefensos, de tus enemigos".
Sólo entonces podré intervenir para diluir el impacto de la violencia, el asesinato, el odio y las guerras causadas por el pecado del hombre. Acude a Mí cada día y clama por Mi Misericordia. Nunca abandonaré a los que Me tienden la mano.
Tu Jesús