El mundo está en la cúspide de un gran cambio

Mi querida y amada hija, cuando los hijos de Dios son testigos de luchas en el mundo y de terribles atrocidades cometidas en nombre de la justicia, debes saber esto. Porque el mal engendra mal. Haced a otros y lo mismo se os hará a vosotros. Mi Justicia es inherente y mientras Mi Misericordia es abundante, Mi Castigo, cuando cae sobre hombres ingratos y malvados, es de temer.

Yo no inflijo daño a ningún hombre, porque esto no es lo que viene de Mí. Pero cuando el mal sea infligido a los hijos de Dios, y cuando la maldad se extienda, Yo derramaré Mi Justicia y que nadie dude de que estos tiempos están sobre vosotros. La maldad se deriva del pecado. Las almas que sucumben al pecado siempre deben tratar de redimirse rápidamente ante Mis Ojos. De lo contrario, el pecado se encona y si dudáis del dominio que Satanás tiene sobre las almas, que están llenas de odio y violencia, entonces debéis saber que es extremadamente difícil liberar a tales almas de su control.

Una vez que Satanás infesta un alma, atormentará constantemente a esa persona hasta que su mente, sus actos y sus acciones estén en unión con el maligno. El alma infestada, eventualmente, se convierte en poseída y sólo Yo, Jesucristo, puedo liberar esa alma a través del exorcismo. Un alma puede llegar a ser poseída muy rápidamente pero puede tomar años liberarla de las garras de la serpiente. Por eso, cuando se sienta Mi Castigo será para erradicar el mal y castigar a los perpetradores, que roban la vida de los demás. Castigaré a los que quitan la vida del cuerpo y la vida del alma. Ningún malhechor será invisible ya que Mis Ojos todo lo ven.

Tanto sabes de Mi Amor. No dudáis de cuán grande es Mi Misericordia. Pero el hombre mortal ignora la Ira de Dios porque no es algo de lo que os hayan hablado. La Ira de Dios es real. ¿Creen ustedes que El permitiría que Satanás destruyera a Sus hijos y luego se sentaría a mirar? ¿Creíste que El no castigaría a las almas que ceden a cada capricho y deseo de Satanás? Aunque las almas buenas perezcan, tendrán vida. Aunque las almas malvadas vivan, no tendrán vida.

El mundo está en la cúspide de un gran cambio, y todo lo que Dios predijo tendrá lugar. Todo lo que Él dijo que sucedería, sucederá. Y aunque os di a los profetas para que os advirtieran, aún así no escuchasteis. Desechasteis las muchas revelaciones privadas dadas al mundo para que la humanidad estuviera preparada. Aún así no escuchasteis.

Debes orar para que la escala de destrucción en el mundo sea diluida, porque si fueras testigo de lo que yace en el futuro, caerías a Mis Pies suplicando Misericordia. Aquellos que fallaron en mantener viva la Palabra de Dios en Mis Iglesias en la tierra serán responsables de la pérdida de muchos millones de almas que, de otra manera, habrían sido salvadas.

Avergüéncense ustedes que Me llaman suyo cuando proclaman parte de la Verdad por un lado, y Me maldicen por el otro. El dolor y la pena soportados por Mí a causa del pecado, y la separación del hombre de su Creador, está llegando a su fin porque Mi Tiempo es ahora. En la batalla final por las almas sepan que a medida que el mal se intensifica, el castigo de Dios será diez veces mayor que el infligido por el hombre malvado a sus hermanos y hermanas.

No temas Mi Amor, sino Mi Justicia.

Tu Jesús