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Cuando se rompe la confianza, suele ser porque el culpable ha permitido que el orgullo dicte sus pensamientos

sábado, 26 julio 2014 19:59

Volume 5creación humanael orgullo ciegaLuciferDios Padre, CreadorJesús Reyamor a DioshumildadYo soyorgullolibre albedrío

Mi querida y amada hija, vine como un Rey, pero ahora, hoy, te llamo como un mendigo, pues no albergo ni una pizca de orgullo, ya que esto sería imposible.

Yo clamo a los hijos de Dios con anhelo, para poder despertar dentro de sus corazones endurecidos un destello de amor - un amor nacido de Mi Padre Eterno, pero que yace dormido y olvidado. Yo, Jesucristo, también estoy olvidado, aunque no hay una sola persona en el mundo que no haya oído hablar de Mí. Me conocen, pero olvidan Quién Soy. Algunos conocen Mi Nombre, pero no significa nada para ellos. Algunos Me aman, pero están demasiado ocupados para hablar Conmigo, aparte de un movimiento de cabeza aquí y allá en reconocimiento a Mí. Otros han oído hablar de Mí, pero Yo Soy simplemente un icono a sus ojos, algo de una época pasada - un profeta, tal vez, que puede o no haber sido auténtico. En cuanto a otras almas, que tienen poca comprensión de los asuntos espirituales, Yo no Existo. Soy un producto de la imaginación, una criatura creada en las mentes de personas fervientemente devotas, que se aferran a un clavo ardiendo con la esperanza de que exista un nuevo mundo después de éste. Permíteme asegurarte que Dios es Dios. La humanidad fue creada por Mi Padre Eterno, porque formaba parte de Su Plan para el universo eterno. Todo Fue, Es y Será, por el Mandato y la Voluntad de Aquel Que Es y Que Será. Todos se inclinan ante Dios, incluidos Sus enemigos, en el mundo de la Creación de Mi Padre.

A medida que el hombre se vuelve más servilmente devoto a todo lo que ve, toca y siente por su ser físico - su espiritualidad se volverá estéril. Cuando crees que todo comienza y termina con este mundo, estás diciendo que Yo no Existo. Me niegas a Mí, el Hijo del hombre, enviado para salvarte del engaño del diablo. Yo Soy de Mi Padre. Soy parte de Su Gran Plan Divino. Todos somos uno, pero vosotros, mis amados hijos, habéis estado viviendo en un desierto privado de vida y en la ignorancia de lo que significa Mi Divinidad. Mi Reino es perfecto y fue creado por Mi Padre. La raza humana era perfecta, hasta que fue destruida por el mayor pecado a los Ojos de Mi Padre - el pecado de orgullo. Ten cuidado con el pecado del orgullo, porque este evolucionó debido al amor propio de Lucifer. Lucifer, el más alto entre la Jerarquía de Mi Padre, creyó que porque tenía libre albedrío podía hacer cualquier cosa que deseara, pero falló en entender esto. No sólo se le dio el don del libre albedrío, sino también la confianza de Mi Padre. Mi Padre mostró completa confianza en toda Su Creación. Tristemente, esto no fue recíproco.

Cuando se rompe la confianza, generalmente es porque el culpable ha permitido que el orgullo dicte sus pensamientos, mente y acciones. Una vez que el orgullo se instala en tu alma, inmediatamente crearás una distancia entre tú y Aquel que te creó de la nada, sino de un puñado de arcilla. Él te moldeó y te dio Dones. El orgullo es la mayor amenaza para la humanidad, porque te convence de que tienes más conocimiento que Dios. Si crees eso, entonces no eres digno de hablar ni en Su Nombre ni en absoluto. Y cuando lo hagas, crearas un ambiente en el cual todos los pecados seran aceptados como algo bueno. Cuando eso suceda no solo engañaras a otros, sino que solo te engañaras a ti mismo.

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