Sólo puedes sostener la Verdad, porque Yo Soy la Verdad. Niega la Verdad y Me niegas a Mí

Mi muy querida hija, ustedes, Mis queridos seguidores, deben saber que las puertas del Infierno nunca prevalecerán contra Mi Iglesia, aunque gran parte de Mi Iglesia en la Tierra será aplastada, como fue predicho. Pero, la Verdad nunca puede morir. Mi Palabra nunca morirá ni Mis Enseñanzas serán olvidadas por aquellos que están en verdadera unión Conmigo.

Sólo aquellos que permanecen fieles a Mi Palabra pueden decir que son parte de Mi Iglesia en la Tierra. Aquellos que aplaudan cualquier forma de manipulación de los Santos Evangelios o adaptación de Mis Enseñanzas ya no podrán afirmar que Me sirven. Si un santo siervo Mío se atreviera a proclamar una doctrina alternativa a la dada al hombre por Mis apóstoles y los profetas, antes de Mi Tiempo, será inmediatamente expulsado.

Yo advierto a todos aquellos que abrazan cualquier cosa, que se considera sagrada - pero que está formada por manos y creación humanas - y que aceptan esto como Mío, que Yo os expulsaré, porque ya no podréis llamaros Mis siervos. Y si lleváis a las almas al error, vuestro castigo comenzará en vuestro tiempo y continuará mucho después de que partáis de esta vida.

Mi Ira te es desconocida, porque aún no la has presenciado. Pero sabed esto. Vosotros que me traicionaréis ya sabéis quiénes sois, porque vuestra fe ya se ha debilitado. Muchos de vosotros ya habéis caído y vuestra debilidad será vuestra perdición. Me traicionaréis; Me negaréis y abrazaréis a Mis enemigos, porque estaréis tan atrapados por la nueva religión -el humanismo secular, que vendrá como un lobo vestido con piel de cordero para devoraros- que Yo seré olvidado. Su ambición y deseo de complacer a esos enemigos Míos, que se elevarán a grandes alturas, dentro de los escalones de Mi Iglesia - les cegará a la Verdad. Esta será la causa de tu desaparición y la de todos aquellos a quienes arrastrarás a un grave error.

Es cuando Mi Iglesia vuelve Mis Enseñanzas al revés; de adentro hacia afuera y de atrás hacia adelante, que ustedes sabrán que el tiempo ha llegado para que el anticristo tome el centro del escenario. Aquellos que adoren a la bestia firmarán su propia sentencia de muerte y entregarán su libre albedrío, un Don Sagrado de Dios, a Mis enemigos. Una vez que juren a esta nueva falsa doctrina, serán culpables de crucificarme y su castigo será severo.

¿Por qué, te preguntarás, te castigarían por obedecer a tus mayores? La respuesta es sencilla. Cuando jurasteis servirme, acordasteis defender la Verdad. Cuando rompes este juramento, debido a tu obediencia a esos enemigos Míos por venir, entonces no es a Mí, Jesucristo, a quien servirás.

Sólo puedes sostener la Verdad, porque Yo Soy la Verdad. Niega la Verdad y Me niegas a Mí. Cuando Me niegues, como siervo de Dios, ya no serás apto para instruir a los hijos de Dios hacia su Salvación Eterna.

Tu Jesús